Sacro

Características generales

Es un hueso grande y triangular formado por las cinco vértebras sacras fusionadas, fusión que se da a partir de los 20 años, aunque los discos IV no se osifican hasta (o incluso más allá de) las edades medias. La forma de cuña triangular se debe a la rápida disminución de las masas laterales de las vértebras sacras más caudales, debido a que la mitad inferior del sacro nos soporta peso, por lo que su volumen no aumenta con el desarrollo.

El sacro otorga fortaleza y estabilidad a la pelvis y transmite el peso del cuerpo a la cintura pelviana, en la que se insertan los miembros inferiores. Así, configura la forma de la parte posterior de la pelvis ósea. Además, suele estar inclinado formando un ángulo lumbosacro de entre 130º y 160º.

El sacro suele ser más largo en mujeres y el cuerpo de S1 más grande en hombres.

Sacro

Conducto sacro                                     

Es la prolongación del foramen vertebral que contiene el haz de raíces nerviosas espinales que emergen por debajo de L1, llamado cauda equina o cola de caballo.

Forámenes sacros

Son cuatro pares de forámenes localizados entre los componentes vertebrales, de donde emergen las ramas dorsales y ventrales de los nervios espinales. Los forámenes sacros ventrales son más grandes que los dorsales.

Base y vértice del sacro

– La base está formada por la cara superior de la S1. Aparece un par de apófisis articulares superiores cuyas carillas están orientadas en dirección sagital y se acoplan con las carillas articulares inferiores de L5. Además, el borde anterior sobresale formando el promontorio sacro.

– El vértice es el extremo inferior agudo del sacro, que posee una carilla oval para articularse con el coxis.

Cara pélvica del sacro

La cara pélvica del sacro es lisa y cóncava, y en ella aparecen cuatro líneas transversas que indican el lugar donde se fusionan las vértebras sacras.

Cara dorsal del sacro

La cara dorsal del sacro es rugosa, convexa y se caracteriza por cinco crestas longitudinales prominentes:

  • La cresta central o media es la unión de las rudimentarias apófisis espinosas de S1-S4 (S5 carece).
  • Las dos crestas sacras intermedias representan la fusión de las apófisis articulares.
  • Las dos crestas laterales son la unión de las apófisis de las apófisis transversas.

Además, aparece el hiato sacro, con forma de U invertida, por la ausencia de las láminas y apófisis espinosa de S5 (y en ocasiones S4). Continúa hasta el conducto sacro, aunque su profundidad está determinada al tamaño de las láminas y apófisis espinosa de S4.

Las apófisis articulares de S5 se proyectan en dirección caudal y a cada lado del hiato sacro formando las astas del sacro.

Cara lateral del sacro

La parte superior de la cara lateral del sacro se denomina carilla auricular, por su semejanza con la oreja. Esta cara es la parte sinovial de la articulación sacroilíaca y la carilla articular se encuentra cubierta de cartílago hialina toda la vida.