Dinámica de las revoluciones mediáticas

Entiendo con Régis Debray que las grandes revoluciones mediáticas son aquellas las que hace su aparición un vector de transmisión hasta entonces desconocido: la escritura, la imprenta, la electrónica y el digital.

Se trata de innovaciones tecnológicas en el ámbito de la información, por lo que producen un fuerte impacto social y transforman la cultura de su tiempo para siempre.

La escritura sustituye, mediante un código en un soporte, la presencia del emisor en un acto comunicacional, fracturando la relación espacio-tiempo.

La imprenta permite la difusión masiva de textos, consagra la linealidad discursiva y extiende el acceso a la cultura.

La electrónica abre la puerta a los códigos audiovisuales y establece una nueva relación espacio-temporal entre emisores y público.

Finalmente, la digitalización, al fusionar en un mismo soporte todos los códigos genera un nuevo lenguaje, introduce la interactividad y abre las puertas de una nueva gramática: la hipertextualidad.

Cada uno de estos vectores de transmisión ha dado lugar a los diversos medios que hoy conocemos, pero a pesar de los augurios apocalípticos que han acompañado el nacimiento de cada nuevo medio, la dinámica que ha regido su desarrollo no ha sido nunca la de sustitución, sino la de acumulación.

El nuevo medio comienza alimentándose del contenido de los medios precedentes (canibalización), hasta que desarrolla su propia identidad adecuando su lenguaje y contenidos al potencial del soporte que utiliza y reajustando el ecosistema mediáticocambiar para sobrevivir (redefinición).

Fuente: Apuntes de Seminario de Comunicación Social de la U de Londres