La historia de la astronomía

La astronomía es probablemente la más antigua de las ciencias naturales originándose en la antigüedad en casi todas las culturas humanas. En sus orígenes se enlaza con creencias religiosas y supersticiones alrededor de muchos fenómenos inexplicados para el hombre prehistórico cuyos vestigios se encuentran en la astrología, esta última se separa de la astronomía cuando se comienzan a sentar sus bases científicas siglo XVIII en el mundo occidental.

Esta separación no ocurrió pacíficamente y muchos de los antiguos astrónomos fueron perseguidos y juzgados al proponer una nueva organización del universo que dejaba al Sol como centro del mismo y desplazaba a la Tierra a un lugar secundario. La astronomía antigua constituyó las bases del calendario y la medida de periodos temporales como la semana el mes o el año. Los astrónomos antiguos eran capaces de distinguir entre estrellas y planetas dado que las primeras permanecen fijas en sus posiciones relativas mientras que los planetas se mueven irregularmente, de hecho la palabra Planeta significa errante. El ejemplo mas claro de este movimiento anormal es Marte, el planeta rojo, que tiene un movimiento retrogrado en su recorrido por el firmamento.

Astronomía antigua

Aristarco de Samos, midio las distancias de la Tierra a la Luna y al Sol, y expuso un modelo heliocéntrico del sistema solar en el que afirmaba que el Sol era el centro del universo alrededor del cual giraban los demás planetas incluyendo la Tierra. Este modelo imperfecto en su momento pero que hoy sabemos correcto, no fue desarrollado ya que pocos creyeron en esta revolucionaria idea. No se conservan escritos de Aristarco sobre su hipótesis y la única referencia de ella se encuentra en el Arenario de Arquímedes.

La astronomía antigua culmina con el desarrollo ordenado de la teoría geocéntrica expuesta en las obras de Ptolomeo, resumidas en el Almagesto. En el sistema Ptolemaico la Tierra permanecía fija e inmóvil ocupando el centro del universo, con los demás astros girando a su alrededor. Aunque el modelo geocéntrico era universalmente aceptado desde que fue propuesto por Eudoxo y luego apoyado por Aristoteles no explicaba el movimiento anormal (retrogrado) de los planetas, fue Ptolomeo quien se aproximo a una solucion utilizando los epiciclos (ideados por Apolonio de Pergamo), que consisten en un movimiento circular del planeta cuyo centro era el eje de su órbita, resolviendo además gran parte de los problemas en la predicción de la posición de los astros en un momento determinado. Este esquema Ptolemaico con todo y sus complicados epiciclos persistió por muchos siglos, sobretodo por el soporte dado por la iglesia católica, al coincidir este modelo de manera casi perfecta con las escrituras.

Entre los logros más destacados de la época clásica de la astronomía fueron: Medición de la distancia a la Luna y al Sol, definición de los solsticios y equinoccios, determinación del tamaño de la Tierra, realización del primer catálogo estelar, desarrollo de un sistema de magnitudes estelares basado en la luminosidad aparente de las diferentes estrellas, determinación del ciclo de Saros para la predicción de eclipses, entre otras.

Artículos sobre astronomía en culturas antiguas: Arqueoastronomía

  • Clásicas: Caldea | Egipcia | Griega
  • Orientales: China | Hindú
  • Otras: Precolombina

Astronomía medieval

En la Europa medieval se produce un oscurantismo en todos los campos del conocimiento incluyendo la astronomía, salvo en la parte ocupada por los árabes (península Ibérica), de donde pasó a los reinos cristianos; en la escuela de traductores de Toledo, creada por el rey Alfonso el Sabio (siglo XIII) empiezan a traducirse los textos árabes, tanto de los antiguos griegos como los originales árabes, y a expandirse por Europa. Ésta permanece preservada en escasas copias de tratados antiguos de la astronomía griega y romana. La astronomía observacional tan sólo se conserva en el mundo árabe. Con las invasiones turcas de Europa Oriental a lo largo del siglo XV llegan a Europa Central.

Astronomía moderna

La revolución astronómica

Nicolás Copérnico (1473-1543) inició una importante revolución astronómica al proponer un sistema heliocéntrico como base del Sistema solar planetaria en lugar del hasta entonces admitido sistema geocéntrico. El temor a la persecución por parte de la Iglesia Católica tal y como había ocurrido poco antes con Giordano Bruno hizo que sus ideas fueran publicadas póstumamente por su propia voluntad.

Tycho Brahe (1546-1601) introdujo la idea de la precisión de la medida en astronomía e inventó y produjo una gran cantidad de instrumental astronómico previo al telescopio. Galileo Galilei (1564-1642) construyó su propio telescopio a partir de un invento holandés y lo utilizó inmediatamente en el estudio astronómico descubriendo los cráteres de la Luna, las lunas de Júpiter y las manchas solares. Sus observaciones tan sólo eran compatibles con el modelo copernicano. Paralelamente Johannes Kepler (1571-1630) expuso sus famosas leyes de Kepler para el movimiento de los planetas basando su trabajo en las detalladas observaciones de Tycho Brahe.

Una generación más tarde Isaac Newton (1642 – 1727) fue el primer científico que unió la física con la astronomía proponiendo que las mismas fuerzas que hacían caer los cuerpos sobre la Tierra causaban el movimiento de los planetas y la Luna. Utilizando su Ley de la gravedad las leyes de Kepler resultan inmediatamente explicadas. Newton también descubrió que la luz blanca del Sol está compuesta de diferentes colores, un hecho importantísimo para el futuro desarrollo de la astronomía.

Desarrollo instrumental

Nuevas ventanas en el Universo

A finales del siglo XIX se comenzó a entender la naturaleza física de la luz. Desde esta época hasta finales de la década de 1950 se empezaron a detectar formas de luz invisibles al ojo humano: Rayos X, rayos gamma, ondas de radio, microondas, radiación ultravioleta e infrarroja. Estas nuevas posibilidades de observación tuvieron un importante impacto en la astronomía. Las estrellas eran objetos mucho más lejanos de lo que se había sospechado y la llegada de las técnicas espectroscópicas demostraba que su naturaleza era similar a la de nuestro Sol pero con diferentes temperaturas, masas y tamaños. La existencia de nuestra galaxia, la Vía Láctea como un grupo separado de estrellas fue demostrada tan solo durante las primeras décadas del siglo XX, así como el descubrimiento de nuevas galaxias externas. Poco después se pudo descubrir la expansión del Universo al ver las galaxias alejarse de nosotros. Durante todo el siglo XX cada nuevo avance en la instrumentación astronómica produjo nuevos descubrimientos sobre el Universo.

La astronomía en la segunda mitad del siglo XX

La astronomía en este periodo de tiempo sufre un importante auge al desarrollarse nuevas técnicas de observación y telescopios cada vez más potentes. A finales del siglo XX los grandes telescopios en el visible (con aperturas de hasta 8-10 m) como el Telescopio Keck o el VLT y las grandes instalaciones de observación en radio con la posibilidad de realizar interferometría vuelven a ampliar nuestra visión del Universo y nuestra comprensión de él. Cabe destacar también que el comienzo de la carrera espacial permite abrir el espacio a misiones científicas de exploración del sistema solar así como a telescopios en órbita, como el Telescopio espacial Hubble, operativo desde 1990, capaces de estudiar una amplia variedad de objetos astrofísicos no conocidos anteriormente: púlsars, GRBs, cúmulos de galaxias e incluso observar con claridad tránsitos de planetas extrasolares.