Estornudo

Un estornudo es un acto reflejo irreprimible constituido por una inspiración brusca, seguida de una espiración violenta y ruidosa.

El punto de partida es la irritación de la mucosa nasal. De hecho, el estornudo es un mecanismo de defensa del aparato respiratorio.

La irritación estimula la sensibilidad de la nariz y ello provoca una fuerte inhalación de aire -aproximadamente dos litros y medio- que pasa a los pulmones. Es entonces cuando los músculos abdominales hacen subir al diafragma para aumentar la presión en los pulmones.

Mientras tanto, los músculos de la faringe se cierran también. El aire sale entonces disparado por la nariz, y también por la boca, a una velocidad promedio de entre 110 y 160 kilómetros por hora.

Es casi imposible para una persona mantener sus ojos abiertos mientras estornuda. El reflejo de cerrar los ojos parece no tener objetivo alguno: los nervios que controlan los ojos y la nariz se encuentran relacionados y un estímulo en uno de ellos a menudo produce una respuesta en el otro. También es casi imposible estornudar sin mover la cabeza, sólo si el estornudo es muy suave. Esto es debido a que el movimiento de la cabeza hacia adelante ayuda a expulsar las sustancias irritantes del aparato respiratorio.

Factores desencadenantes del estornudo:

  • Alergias (polen, polvo, etc.)
  • Irritación por el polvo, pimienta, talco, etc.
  • Inhalación de corticosteroides u otros químicos.
  • Infecciones virales como gripes o resfriados.
  • Reacción a la luz brillante

Otros mecanismos de defensa incluyen:

  • el bostezo
  • la expectoración
  • el hipo
  • la tos