Evolución biológica

La evolución biológica es el proceso continuo de transformación de las especies a través de cambios producidos en sucesivas generaciones, y que se ve reflejado en el cambio de las frecuencias alélicas de una población.

Generalmente se denomina evolución a cualquier proceso de cambio en el tiempo. En el contexto de las Ciencias de la vida, la evolución es un cambio en el perfil genético de una población de individuos, que puede llevar a la aparición de nuevas especies, a la adaptación a distintos ambientes, o a la aparición de novedades evolutivas. Desde los años 1940, cuando emergió la nueva ciencia de la genética, la evolución ha sido definida más específicamente como un cambio en la frecuencia de alelos entre una generación y la siguiente.

Debido a que la palabra evolución puede ser utilizada en muchos contextos distintos, aún en los círculos biológicos, resulta útil el identificar adecuadamente algunos términos. La evolución, estrictamente hablando, es el cambio en la frecuencia de ocurrencias genéticas en un período de tiempo dentro de un grupo de genes. La teoría de la evolución es el modelo científico que describe y explica las de causas las transformaciones evolutivas a partir de un ancestro común. Charles Darwin y Alfred Russel Wallace propusieron la selección natural como mecanismo de la evolución. La forma en que actúa esta selección natural es objeto de varias propuestas como el gradualismo y el equilibrio puntuado, entre otras. En el lenguaje coloquial, la palabra «evolución» se utiliza tanto para designar el hecho de que todas especies actuales comparten un ancestro común como para hablar de las teorías científicas sobre los mecanismos a través de los cuales se produce este fenómeno, como son la teoría de Charles Darwin sobre la selección natural y la teorías de Gregor Mendel sobre la genética.

En la síntesis moderna «evolución» significa esencialmente cambio en la frecuencia de un alelo dentro de un reservorio genético. Este cambio puede ser causado por una cantidad de mecanismos diferentes: selección natural, deriva genética, mutación, migración (flujo genético). Esta teoría es la que recibe una aceptación general, pero ha sido enriquecida desde su formulación, en torno a 1940, por avances en otra disciplinas relacionadas, como la Genética del Desarrollo, y esfuerzos por comprender la aparición de nuevas morfologías (macroevolución) o el ritmo desigual del cambio evolutivo.

El Lamarckismo, la suposición de que el fenotipo de un organismo puede dirigir de alguna forma el cambio del genotipo en sus descendientes, es una posición teórica ya indefendible, en la medida en que es positivamente incompatible con lo que sabemos sobre la herencia; y también porque todos los intentos por hallar pruebas de observación o experimentales, han fracasado.

El creacionismo, la posición de que en un grado u otro, los seres vivos tienen un autor personal consciente (léase Dios), es una posición religiosa o filosófica que no puede probarse científicamente, y no es por tanto una teoría científica. No obstante, en el marco de la cultura popular protestante y anglosajona, algunos se esfuerzan por presentarlo como tal; pero la comunidad científica en su conjunto considera tales intentos como una forma de propaganda religiosa.