Depresión estacional
La disminución de las horas diurnas y la llegada del frío aumentan los casos. Ocurre lo mismo en primavera. Cuando suben las temperaturas y salen las primeras hojas, la astenia florece entre los habitantes de las ciudades, que se encuentran cansados y débiles para encarar el día a día. En otoño, la lluvia y la reducción de la luz solar también afectan al estado de ánimo, que empeora notablemente. Esta sensación, también llamada Trastorno Afectivo Estacional (TAE) o Winter Blues, se manifiesta cada temporada con los mismos síntomas: tristeza, falta de energía, decaimiento y depresión generalizada. Aunque también puede salir a la luz a través de la falta de sueño, de apetito o debido a la apatía generalizada.
Consejos para mejorar el estado de ánimo en otoño
Si algunos de los síntomas descritos anteriormente se manifiestan debemos, ante todo, asegurarnos que no padecemos ninguna enfermedad que tenga el mismo modo de manifestarse (anemia, mononucleosis, hipoglucemia…). Después, podemos acudir a un especialista, que nos mandará un tratamiento determinado, o probar a seguir estos consejos. No obstante, nunca debemos olvidar que la depresión puede llegar a ser grave si no se trata adecuadamente y, por tanto, tenemos que estar atentos a nuestra evolución .
– Prueba con terapias alternativas. Algunas, como lo fitoterapia, harán que pases mayor tiempo expuesto a la luz (así el cerebro no echa en falta la disminución de las horas durante el día). Otras, como la de conversación, contarán con el apoyo de un psicólogo y te ayudarán a expresar mejor tus sentimientos. En definitiva, a ser más libre y tener una mayor paz interior.
– Busca pequeños incentivos que te hagan mantener la ilusión. Date un capricho, dedícate tiempo a ti mismo y emplea unas horas al día en relajarte y deshacerte de las tensiones (leyendo, escuchando música, viendo una película, dando un paseo…).
– Aprovecha las horas durante el día. El fin de semana, procura acostarte antes y levantarte a una hora prudente. Así, disfrutarás bajo el sol del poco tiempo con el que contamos.
– Mens sana in corpore sano. Haz deporte, come equilibradamente (aumenta la ingesta de alimentos ricos en vitamina C) y sigue una rutina del sueño. Grandes gestos que harán que, poco a poco, tu malestar se vaya reduciendo.
– Llena tu vida de color. Prueba con la cromoterapia , una novedosa forma de aprovechar las propiedades beneficiosas de los colores del Arco Iris.
– Toma algún suplemento alimenticio que te haga aumentar la energía física. Cuanto más natural, mucho mejor.
Y sobre todo, no olvides que el optimismo debe ser siempre tu mejor arma de defensa. Al fin y al cabo, ni el otoño ni el invierno duran eternamente. Afortunadamente.