Morellet

Morellet es más severo. Su obra más conocida es la Sphére-trames (Esfero-Tramas), una esfera hecha con barras colocadas en ángulos rectos para formar una estructura celular que, por medio de sus múltiples perpesctivas, tiene extraños efectos sobre la luz. Una obra afín es el entramado de tubos fluorescentes, que parece disolver la pared detrás de él. Morellet también es un artista cuya obra está relacionada con la de los minimistas de Norteamérica.

La sutileza visual y psicológica del arte cinético, hasta ahora, está en marcado contraste con la simplicidad y aun la crudeza de muchos de los mecanismos utilizados. Algunos artistas, especialmente Tinguely, también hacen de esta crudeza mecánica un elemento integrante de sus obras.

Algunos otros han alcanzado a un muy respetable nivel de complejidad tecnológica, al trabajar en conjunto con organizaciones industriales. Schöffer creó la torre de Lieja en colaboración con la firma Philips NV.

Generalmente, sin embargo, el arte cinético ha imitado a la tecnología desde lejos. Las razones son dobles. Primero, los limitados recursos financieros del artista o, más exactamente, el hecho de que el artista cinético es el constructor – ejecutor de un «prototipo«, en un campo preparado paras la producción masiva.

Segundo, está el hecho de que casi todos los artistas tienen antecedentes científicos muy limitados, siendo la excepción Frank Malina, quien fue responsable del primer cohete de gran altitud lanzado por los norteamericanos en 1945, y que fue presidente de la Academia Internacional de Aeronáutica. Aun así, los principios mecánicos empleados en su obra no son complejos.

Cualesquiera que sean las razones para esta falta de sofisticación técnica, las pretensiones de los artistas cinéticos, en el sentido de que estaban produciendo «arte para la era tecnológica«, deben ser tomadas con pinzas.

Sería más justo evidentemente, decir que el repentino surgimiento del arte cinético en la década del cincuenta y a principios de la del sesenta, representaba una especie de nostalgia por la tecnología, más que una presencia de la tecnología en sí. Siguió luego un verdadero compromiso tecnológico, pero lentamente y con dificultad.

Ha habido uno o dos desarrollos más en las artes, que pueden considerarse en conjunción con el cinetismo, a pesar de que no llegaron a ser precisamente la misma cosa. Uno es la tendencia a comparar modelos científicos, macrofotografías y otros productos colaterales de la investigación científica, con la obra de artistas contemporáneos, y pretender que las frecuentes similitudes que allí se encuentran son argumentos para un parentesco entre las nuevas artes y las nuevas ciencias.

El problema está en que la similitud se encuentra más a menudo con los productos de los abstraccionistas libres, que con los de cualquier artista con una declarada dedicación a la ciencia. Lo que uno ve no es la influencia de la ciencia sobre el arte, sino la de los artistas sobre los científicos.

Las más bonitas macrofotografías carecen a menudo de sentido desde un punto de vista estrictamente científico, y la razón para tomarlas es estética. El arte a enseñado al fotógrafo a mirar su tema de una cierta manera, ha hecho de su apariencia algo con significado para él. Una de las más prominentes características de la historia de la fotografía es la tendencia del hombre que está detrás de la cámara, a ser influido por cualquiera que sea el estilo de pintura dominante en ese momento. Es así como las fotografías tomadas por los fotógrafos del círculo de los prerrafaelistas, tienden a ser similares a las pinturas de Rossetti o Millais.

Fuente: Apunte Historia del Arte del Siglo XVIII al Siglo XX de la U de Londres