Schöffer artista barroco
Su obra gira y destella, proyectando rayos de luz y refracciones titilantes. Combina el movimiento de una pieza de escultura cinética con proyecciones luminosas que extienden profundamente el movimiento en el espacio. La totalidad del volumen de aire que rodea la escultura se convierte en una entidad ambigua. Schöffer, a veces, ha ido más lejos al producir obras que reaccionan con la intensidad de la luz y con sonidos. También ha experimentado notablemente con combinaciones de luz, movimiento cinético y música en la torre de luz y sonido que construyó en la ciudad de Lieja (Bélgica), en 1961. Trabajos de esta clase parecen traducir a términos contemporáneos los experimentos del
Siglo XVII; algunos emprendimientos de Schöfer son el equivalente actual de las máscaras ideadas por Ben Jonson e Iñigo Jones, para la corte de los Estuardo.
De hecho, el arte cinético parece tener dos tendencias que a la vez se oponen y refuerzan una a otra. Una es la tradición del espectáculo. Gran parte del arte cinético es «arte de exposición«.
Sus ambiciones son ambientalistas. Pretende bombardear al espectador con nuevas experiencias. Los más grandes triunfos logrados por los artistas cinéticos han tenido lugar en grandes exhibiciones colectivas, tales como la de «Luz y
Movimiento» que tuvo lugar en el Museo de Arte Moderno en Paris en el verano y otoño de 1967. Aquí el mero número de artistas y la naturaleza espectacular de algunas de las obras expuestas, tendería a disfrazar la extrema limitación de muchas de las contribuciones individuales.
Fuente: Apunte Historia del Arte del Siglo XVIII al Siglo XX de la U de Londres