VIH sida

Durante los últimos años, el panorama en torno a la infección por VIH y el SIDA ha cambiado considerablemente. Entre otras cosas, el avance en la investigación ha permitido una considerable mejora en los tratamientos y, por tanto, en la calidad de vida, y además el ambiente social en torno a esta enfermedad ha cambiado hacia una mayor comprensión y ayuda, así como hacia una toma de conciencia de las fuentes de infección.

Entre la transmisión del VIH y el desarrollo del SIDA pueden transcurrir muchos años. Así mismo, se puede hacer mucho para retrasar su aparición: evitando otras infecciones, tomando la medicación adecuada, con una dieta equilibrada, con horarios regulares de sueño, realizando ejercicio.

Paciente con VIH
Pero esto no es suficiente. Además hay que luchar por los derechos de las personas infectadas y lograr su absoluta integración en la sociedad, y para ello es necesario incidir en la gente más joven, para educarla tanto en la prevención como en el respeto.

¿Qué es?

La palabra SIDA corresponde a las iniciales del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida.
Cuando el VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) entra en nuestro organismo, ataca al sistema de defensas destruyendo progresivamente las células que se encargan de protegernos de las enfermedades y dejando al organismo expuesto a infecciones graves y ciertos cánceres.

Con el tiempo, al haberse debilitado el sistema inmunológico, la persona infectada empieza a sufrir una serie de enfermedades conocidas en su conjunto como SIDA. Cuando una persona adquiere VIH se dice que es portadora del virus del SIDA o ceropositiva. Aunque no ha desarrollado aún la enfermedad, sí puede transmitir el virus en otras personas.

¿Cómo se Transmite?

El virus del SIDA se encuentra en todos los fluidos del organismo de una persona portadora del VIH o ceropositiva: sangre, saliva, semen, secreciones vaginales, lágrimas, orina… Sin embargo, los únicos capaces de transmitir el VIH en cantidad suficiente son: la sangre, el semen, las secreciones vaginales y la leche materna. El resto de fluidos, aun cuando puedan contener VIH, llevan una cantidad mínima y por ello no podrán transmitir la infección.

Transmisión del vih

La transmisión se produce cuando la sangre, el semen o flujo vaginal de una persona seropositiva o enferma de SIDA entra en el torrente sanguíneo de otra persona.

Por lo tanto, las vías de transmisión del VIH son:

  1. sanguínea: por uso compartido de agujas, objetos cortantes, jeringuillas.
  2. madre-hijo/a: una mujer seropositiva tiene de un 20% 40% de posibilidades de tener descendencia afectada. En este caso, la mejor manera de evitar la transmisión es evitar el embarazo (es uno de los supuestos legales permitidos para el aborto) o, si no, la atención sanitaria adecuada desde los primeros momentos puede disminuir el riesgo. Es aconsejable la cesárea y es importante no dar de mamar.
  3. sexual: por penetración vaginal o anal sin protección, por relación bucogenital. Todas las prácticas sexuales que favorezcan las lesiones y las irritaciones conllevan un aumento del riesgo de transmisión.

¿Cómo actúa?

Por sus características, el VIH se puede definir como un virus verdaderamente débil y poco resistente fuera del organismo humano. Se puede destruir con lejía, agua oxigenada, detergentes. Dentro de nuestro organismo no puede vivir de manera independiente, sólo puede vivir en el interior de una célula.

En el caso del VIH, éste ataca a los Linfocitos T4, se multiplica a expensas de éstos y finalmente los destruye. De esta forma se va produciendo una disminución de la capacidad defensiva.

Evolución de la Enfermedad

La infección por VIH es un proceso lento que se manifiesta de esta manera:

  1. Periodo asintomático: no hay signos externos de la infección por VIH. La persona seropositiva no nota nada, y se encuentra sana, aunque sea portadora del virus y pueda transmitirlo.
  2. Inmunodepresión crónica: el sistema inmunológico de la persona seropositiva ha sufrido un descenso importante de sus defensas.
  3. SIDA: con el tiempo, al haberse debilitado el sistema inmunológico, la persona infectada empieza a sufrir una serie de trastornos y enfermedades conocidas en su conjunto como SIDA (infecciones oportunistas, algunos cánceres, afecciones neurológicas…)

Signos del VIH La prueba del VIH

La presencia del virus del SIDA puede detectarse mediante un análisis de sangre. Existen dos formas básicas:

  1. De forma directa: detectando el virus mismo. Sólo está al alcance de laboratorios especializados y reservados generalmente para la investigación.
  2. De forma indirecta: detectando los anticuerpos producidos por el organismo como reacción a la presencia del virus. El método ELISA es una técnica rápida y es la que se usa de forma habitual.

Para realizarse la prueba hay que dejar pasar como mínimo de tres a seis meses desde que se produjera la situación de riesgo, ya que nuestro cuerpo tarda este tiempo, llamado «período ventana», en desarrollar los anticuerpos contra el VIH que se detectan en la prueba.

Hacerse la prueba es una decisión voluntaria. Cada persona debe decidir si se la quiere hacer, pero es importante saber que detectar cuanto antes la infección por VIH permite a la persona seropositiva beneficiarse precozmente de los tratamientos existentes, mejorar su calidad de vida y adoptar las medidas preventivas necesarias para no transmitir el virus.

La prueba del VIH se realiza de forma voluntaria, confidencial, anónima y gratuita.
Un resultado positivo no significa que la persona seropositiva tenga el SIDA, sino que está infectada por el VIH, es portadora del virus y puede

Tratamiento

Los nuevos tratamientos antirretrovirales están consiguiendo convertir el SIDA prácticamente en una enfermedad crónica, y podrán lograr alargar tanto el periodo asintomático que no se llegue a desarrollar el SIDA. Uno de los factores más importantes para conseguir una mayor efectividad de los tratamientos antirretrovirales consiste en la adecuada adherencia a los mismos, es decir, la correcta toma de los medicamentos.

Por otro lado es importante una detección precoz de la infección por VIHpara iniciar el tratamiento lo antes posible.
A pesar de los avances en los tratamientos y de las investigaciones para lograr una vacuna eficaz contra el SIDA, actualmente la prevención es la única forma de luchar contra la infección por el VIH.

Cómo prevenir

El preservativo es el método más eficaz para prevenir la transmisión el VIH en las relaciones sexuales con penetración.

Fuente: Instituto Asturiano de la juventud