Perfil de la mujer microempresaria
La mayoría de las actividades laborales productivas desarrolladas por mujeres están en áreas que están relacionados con lo doméstico y menos con el mercado, como tejido, alimentos y costura. La concepción del trabajo ha sido más de tipo artesanal y orientada hacia el consumo familiar. Esto tiene que ver con la socialización de género que no solamente define el rubro en que trabaja la mujer, sino también su concepción social y cultura¡ respecto al modo de hacerlo.
En este contexto es posible que mujeres siguen produciendo productos que no son competitivos en el mercado. Las mujeres muchas veces tienen una actitud tradicional, que implica que no dan suficiente importancia a las actividades de gestión, de organización o de administración. Asimismo el trabajo doméstico sigue siendo una mayor prioridad que el trabajo productivo.
Las mujeres carecen de determinadas condiciones culturales, que son necesarios para el éxito de la microempresa. Se trata de una capacidad de innovar, de asumir riesgos, de interpretar las necesidades del mercado, de adecuarse a sus demandas. La condición de género limita la posibilidad de éxito para la mayoría de las mujeres trabajadoras: optan por ocupaciones y actividades consideradas normalmente de poca calificación y complejidad, que exige poca capacitación y para lo cual se necesita poco capital inicial.
La mujer en general acepta esta situación, se ve obligada de cuidar a su marido, sus hijos, su casa. La misma personalidad «femenina» (dependencia, pasividad, emociones fuertes, inseguridad, timidez, etc.) que se forma durante todo el proceso de socialización obstaculiza la participación de la mujer.
Muchos negocios fracasan en el inicio, en muchos casos por falta de planificación y de conocimientos básicos en algunas áreas más críticas de la administración. Muchas mujeres inician su negocio sin tener respuestas a algunas de las siguientes preguntas:
– ¿Qué producto vender?
– ¿A quién venderlo?
– ¿A qué precio venderlo?
– ¿Cómo distribuirlo?
– ¿Cómo promoverlo?
Fuente: Taller centroamericano para formadores de promotores de microempresas