Autonomía y pobreza
La desigualdad de oportunidades que afecta a las mujeres para acceder al trabajo remunerado, a la educación, a redes sociales y a participar en procesos de toma de decisión en materia política, económica y social, afecta la autonomía de las mujeres, tanto la económica, la social (capacidad organizativa) y la política (capacidad de expresión de opiniones). En este sentido, la falta de autonomía constituye una expresión de la pobreza.
Desde esta perspectiva es posible visibilizar la situación de pobreza de algunos grupos de personas que habitualmente permanece oculta. Un ejemplo de ello son las personas que aun cuando viven en hogares no pobres, individualmente no cuentan con ingresos propios que les permitan satisfacer de manera autónoma sus necesidades. Esta es la situación de una alta proporción de mujeres cónyuges que viven tanto en hogares pobres como hogares no pobres, cuyas altas tasas de actividad doméstica las sitúa en una posición de dependencia con relación al jefe de hogar.
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe – CEPAL