El uso del género femenino para descalificar frente al masculino para potenciar
No vamos a abundar excesivamente en este apartado. Solo mencionar algunos ejemplos conocidos que muestran cómo nos encargamos de transmitir los estereotipos masculinos y femeninos a través del lenguaje cotidiano.
Una vez más, observamos cómo lo femenino adquiere un rango inferior o tiene un valor menor, negativo o depreciativo:
– “llora como una mujer”
– “cocinilla”
– “tonterías de mujeres”
– “cosas de mujeres” (referido a asuntos menores)
– “coñazo”…
Afeminar: “ Hacer que un hombre pierda la energía atribuida a su condición varonil; inclinarle a que en sus modales y acciones o en el adorno de su persona se parezca a las mujeres”
En contraposición, lo masculino adquiere un carácter protagonista o de valía superior, o ensalza algún atributo:
– “cojonudo”
– “Cosa de hombres” (referido a asuntos sumamente importantes)
Fuente: Manual del lenguaje no sexista, Ayuntamiento de Leganés