Mancha bacteriana en el cultivo del tomate

Los síntomas se presentan en las partes aéreas de la planta. Primero se observa el oscurecimiento de las hojas, su acuosidad y puntos circulares de menos de 3 mm, las manchas se vuelven angulares y de apariencia grasa con el centro traslúcido y de orillas negras.

Posteriormente el centro de las lesiones se reseca y agrieta y puede estar rodeada de un halo amarillo. Durante los períodos de alta humedad las hojas se tornan de una apariencia marchita. En los frutos aparecen pequeños puntos negros, levantados y rodeados de un halo blanco de apariencia grasa, estas lesiones pueden agrandarse y se torna protuberante y costrosa. La enfermedad se propaga fácilmente en almácigos, en campos regados por aspersión y por lluvia. Las temperaturas de 24-30 ºC junto con riego por aspersión o mucha lluvia favorece el desarrollo de ésta.

Fuente: Centro de inversión, desarrollo y exportación de agronegocios