Jim Henson y la magia de los muppets

Como la cabeza de una organización puede ser medular para su dirección y cultura, una muerte inesperada —como la de Jim Henson, creador de los Muppets— puede ser un reto para la supervivencia de la organización.

En agosto de 1989, Walt Disney Co. había anunciado que tenía pensado adquirir los negocios de licencias y editoriales de Jim Henson Productions y establecer con Jim Henson, creador de los Muppets, un arreglo de exclusividad para la producción de 15 años.

Aunque se especulaba mucho, en términos afectivos, en cuanto un posible triángulo amoroso entre el ratón Mickey, la cariñosa señorita Peggy y la siempre escurridiza rana Kermit, las negociaciones prosiguieron, y se dice que Disney ofreció entre 150 y 200 millones de dólares.

Las expectativas se volvieron toda confusión el 16 de mayo de 1990, cuando Jim Henson murió, repentinamente, de neumonía.

Hubo oleadas de asombro en todo el mundo, mientras millones de padres –muchos de los cuales habían crecido con los Muppets- se preparaban para explicar que las voces de Kermit, Ernie, Rowlf y otros personajes quizá no se volverían a escuchar jamás.

Sin embargo, los temores resultaron infundados. El personal de Henson, compuesto por 115 personas, estuvo desvastado al principio. Para ellos Henson representaba la figura de un padre y ellos constituían una familia unida por su creatividad.

Compartíamos el mismo corazón –recuerda el muppetero Richard Hunt.

Menos de seis semanas después, Brian Henson, el hijo de Jim, era nombrado presidente de Jim Henson Productions, y Cheryl Henson, hija de Jim,vicepresidente de asuntos creativos.

–Mi padre tenía metas y sueños maravillosos –comenta Brian. Veía lo mismo en casi todas las personas pertenecientes a la compañía. Por eso pienso que, en cierto sentido, sigue estando con nosotros.

Hemos perdido nuestro enfoque temporalmente, pero no tardaremos en recuperarlo. Sigue con nosotros.

Brian reconoció el importantísimo papel que desempeña su padre como fuente de inspiración creativa de la empresa. Por tanto, se propuso proteger la visión de su padre, al mismo tiempo que creaba la compañía.

–No se trata de la visión de un hombre –afirma Brian. Somos una empresa que tiene un equipo creativo en la cima. Mi padre construyó una empresa en su derredor y estoy extendiéndola.

El gran desafío para Jim Henson Productions radicaba en encontrar la manera de ser creativos sin Jim Henson. Según Jerry Juhl, escritor de guiones, esto se tradujo en “volver a lo central”.

–Existía la posibilidad de abordar el problema en forma corporativa, de inventar oficinas y cosas así –explica Juhl-, pero cuando las cosas se resumían a “¿qué haremos cuando volvamos a sacar a los personajes en la pantalla?” todo resultaba más difícil.

Sin embargo, Jim Henson Productions pudo volver a encontrar el camino. Aunque el arreglo con Disney se vino abajo, varios proyectos en participación prosiguieron, entre ellos una película de los Muppets en tercera dimensión y un espectáculo en vivo para los parques de Disney, además una rama de Disney, dedicada a los videos, introdujo la marca Jim Henson para programas de los Muppets en video cintas.

Además, en diciembre de 1992, la empresa sacó la película “Canción de Navidad de los Muppets”, el primer proyecto de largometraje desde la muerte de Jim.

Los planes para el futuro de Jim Henson Productions no están claros aún. Esto no indica un fracaso.

–Todavía no sabemos dónde estaremos dentro de 3 años, pero mi padre siempre trabajó así –comenta Brian-. Estaba siempre en busca de cosas frescas, de ideas nuevas que se iban presentando.

Además, tenía el valor de intentar las cosas nuevas para ver si funcionaban. De esta manera, Brian ha continuado con la tradición de su padre.

Fuente: Apuntes de la materia de Administración 2 de la Unideg