Riego en el cultivo del tomate
Existen diversos sistemas de riego (gravedad, aspersión y goteo) y su uso depende de la disponibilidad de recursos, pendiente del terreno, textura de suelo, abastecimiento y calidad de agua. Con cualquiera de los sistemas seleccionados, se debe evitar someter el cultivo a deficiencias o excesos de agua. Es importante la buena distribución del riego durante todo el ciclo del cultivo, principalmente antes de la formación de frutos.
El consumo diario de agua por planta adulta de tomate es de aproximadamente 1.5 a 2 lt./día , la cual varíadependiendo de la zona, las condiciones climáticas del lugar, la época del año y el tipo de suelo que se tenga. Pero en general, en riego por goteo se aplican entre 30 a 40 m³ de agua/mz./día, dependiendo del tamaño de la planta, población y época del año. La evapotranspiración de la zona y el coeficiente del cultivo es quizá lo más importante que debe considerarse en el rendimiento del riego.
De los tres sistemas de riego mencionados, el más eficiente es el de goteo, ya que es el que menos pérdidas de agua tiene. Este tipo de riego es el que recomendamos para trabajar el tomate, por lo que haremos una breve descripción de cada uno de sus componentes.
Cabezal de riego: incluye la bomba de agua, la cual puede ser centrífuga o sumergible dependiendo de la fuente de agua, los filtros (de arena, de malla o anillos), el inyector de fertilizantes y otros accesorios según sea la complejidad de la operación.
Tubería de conducción: la cual es de p.v.c. de diferentes diámetros y espesor. Los diámetros del diseño dependerán de cuanta área se quiera regar de una sola vez, y del distanciamiento de los lotes.
Mangueras o cintas regantes: las cuales se encuentran en diferentes espesores, con los goteros a distintos distanciamiento, y diferentes caudales. Para el cultivo de tomate se recomienda que los goteros estén distanciados a 30 cm., con un caudal de 1 o 2 lt. / hora.
En cuanto al manejo del riego, es necesario considerar el desarrollo del cultivo, es decir que el tiempo de riego diario dependerá del tamaño de la planta, necesitándose regar muy poco tiempo recién trasplantado el cultivo e ir aumentando el tiempo de riego según sea el crecimiento de la planta.
En términos generales, recién trasplantado el cultivo hay que poner entre 20 y 30 minutos diarios, e ir aumentando hasta las 2 o 3 horas diarias dependiendo de la época del año, tipo de suelo, etc. Además este tiempo puede ser aplicado a una determinada hora del día, o fraccionado a distintas horas dependiendo del tipo de suelo que se tenga, por ejemplo en un suelo arenoso se prefiere fraccionar el riego diario hasta tres o cuatro turnos durante el día.
Otro aspecto importante en el riego es el mantenimiento del sistema, lavando constantemente con ácido fosfórico y melaza. El objetivo de esta limpieza es despegar la costra que se forma con las reacciones del calcio y hierro. También es importante
Fuente: Centro de inversión, desarrollo y exportación de agronegocios