Situación de las pequeñas empresas en México y las restricciones para su crecimiento
En los últimos años se ha visto un marcado incremento en el interés de acadé- micos, analistas, funcionarios e industriales con relación al tema de la innovación (Smith, 2005). En México el tema ha empezado a influir de manera cada vez más notable en el diseño de políticas encaminadas a promover el desarrollo de estas capacidades entre las empresas del país (Merritt y Mandujano, 2011).
Sin embargo, el desarrollo tecnológico de la industria nacional sigue siendo muy pobre, especialmente cuando se le mide a través del número de patentes obtenidas por mexicanos en el país, pues de acuerdo con datos del INEGI, en 2010 se concedieron 229 patentes a nacionales, lo que representa 2.4 por ciento de las 9 399 patentes concedidas en México en ese año (INEGI, 2010).
Finalmente, al representar las pequeñas y medianas empresas la mayor parte de la planta industrial del país, la situación de sus capacidades tecnoló- gicas enmarca el nivel del reto que enfrenta el país para crecer de manera sostenida. Sin embargo, el análisis de este segmento no es fácil al ser sumamente heterogéneo su perfil de desempeño.
Al respecto, Clemente Ruiz ha señalado que la mayor parte de las empresas micro y pequeñas del sector industrial generan un bajo valor agregado por persona ocupada. Estos bajos niveles de valor agregado limitan la expansión sostenida de la capacidad productiva de este segmento industrial. Esta situación la denomina trampa del bajo valor agregado, la cual se encuentra vinculada a mercados en donde existe una amplia competencia, lo que rigidiza la estructura de precios y evita la inversión a largo plazo.