Clasificación de los sectores de actividad económica propicios para las empresas de base tecnológica
Varios estudios coinciden en señalar al esfuerzo tecnológico que realiza el sector productivo como uno de los principales determinantes del crecimiento de la productividad y la competitividad (OCDE, 2005; Falk, 2006). Sin embargo, estos esfuerzos no se distribuyen uniformemente a lo largo de la manufactura por lo que el análisis del desempeño industrial y del cambio estructural le otorga mucha importancia al factor tecnológico como un elemento clave a la hora de realizar una clasificación empresarial basada en perfiles de especialización.
En este sentido, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha encabezado varias iniciativas para uniformar la medición de la innovación en sectores de actividad económica susceptibles de ser clasificados por su intensidad tecnológica.
Para tal efecto, la OCDE (2007) ha seguido una metodología que utiliza tres indicadores basados en las categorías de “productor” y “usuario” de tecnología: 1) gastos en I+D divididos por el valor agregado, 2) gastos en I+D divididos por la producción, y 3) gastos en I+D más la tecnología incorporada en bienes intermedios y de inversión, dividido por la producción.
Hatzichronoglou (1997) ha aplicado esta metodología para clasificar actividades manufactureras bajo la lógica de su contenido tecnológico. Este autor identifica cuatro grupos de industrias que se pueden utilizar como marco de referencia para medir el grado de intensidad de tecnología:
1) Alta Tecnología,
2) Alta y Media Tecnología,
3) Media y Baja Tecnología, y
4) Baja Tecnología.
El cuadro siguiente muestra los detalles de la industria manufacturera.