Es muy importante expresar con claridad los objetivos del estudio. Para esta formulación deberá tenerse en cuenta el resultado de las consideraciones expuestas en el Marco Teórico del Proyecto; dicho en otras palabras, anunciar de dónde se parte y a qué punto se pretende llegar.
En algunos casos es conveniente, e inclusive deseable, subdividir los objetivos de acuerdo a su extensión (generales y específicos), el desarrollo cronológico (de corto, mediano y largo plazo) y a su naturaleza (intrínsecos y extrínsecos).
En este punto deberá asimismo hacerse un análisis de las limitaciones y obstáculos a que previsiblemente estará sujeta la consecución de los objetivos propuestos, ya sean de tipo teórico, práctico, o de otra índole. Estas consideraciones, sin embargo, pueden ser discutidas con mayor propiedad en la sección referente a la metodología, pero de todas maneras deben quedar en claro la generalidad y el grado de confiabilidad que posiblemente tendrán los resultados y el nivel que se pretende dar a la investigación: exploratoria, descriptiva, teórica, diagnostica, etc.