Hipótesis de trabajo

El valor de cualquier trabajo científico depende en gran medida de la originalidad y lógica con que se formulen las hipótesis de trabajo. Una hipótesis de trabajo es una suposición o inferencia (con mayor o menor grado de astucia) adoptada o propuesta para explicar observaciones y/o para guiar futuras investigaciones, y que puede derivarse en base al conocimiento existente sobre el problema y/o a la experiencia previa del investigador.

En algunos casos puede tomar la forma de una propuesta «educada» a una interrogante dada, pero bajo ningún aspecto debe identificarse o asociarse con un simple ejercicio adivinatorio. Una buena hipótesis de trabajo es probablemente el mejor índice de la profundidad del conocimiento, imaginación y experiencia del investigador.

Para efectos de clasificación, y siempre que sea posible, las hipótesis de trabajo pueden agruparse en algunas categorías generales:

a) de investigación (generales o específicas), las cuales pueden responder en forma amplia a las interrogantes planteadas en el Marco Teórico respecto al problema en estudio;

b) operacionales, o sea las expresadas en términos de los objetos o unidades a ser estudiados y de los instrumentos de medida;

c) estadísticas, las que describen hipótesis operacionales en términos matemáticos.

Aparte de las hipótesis de trabajo, cada proyecto de investigación requiere de supuestos específicos, los cuales, si bien se toman o aceptan implícitamente, es necesario tener presente siempre, ya que de lo contrario se corre el grave riesgo de no descubrir causas «ocultas» del fracaso o dificultad de una investigación dada. Así, por ejemplo, se toman muchas veces sin cuestionar, la validez y confiabilidad de un instrumento de medida, la autenticidad y veracidad de fuentes bibliográficas, la exactitud de los cálculos elaborados, etc.