Metodología basada en los ámbitos de flujo de Edward De Bono
La técnica de los Ámbitos de Flujo nos permite “ver” cómo fluye nuestro pensamiento. Es como si nos colocásemos fuera de nuestro propio pensamiento y lo mirásemos objetivamente. Si lo hiciéramos así, entonces podríamos empezar a observar lo que concierne a nuestro pensamiento de la misma manera que observamos un paisaje. Luego podríamos intentar intervenir para averiguar si se puede hacer algo para cambiar nuestro pensamiento o para cambiar la situación.
El Ámbito de Flujo es básicamente el paisaje de nuestra percepción, tal como se da en un determinado momento. Los ámbitos de flujo son muy sencillos de configurar. Es importante seguir la metodología paso a paso y ser sincero con uno mismo y no forzar el resultado que se cree desear.
Primer Paso Elección del tema para el ámbito de flujo
Trabajaremos sobre un ejemplo concreto: “Es de madrugada y un vecino tiene la música puesta a todo volumen”.
Segundo Paso Escribir en una lista y en líneas separadas cada uno de los aspectos, ideas, detalles, rasgos y factores que se nos vayan ocurriendo mientras consideramos la situación.
Esto se denomina el “caudal de la conciencia”. Para nuestro ejemplo podría ser: A. Música a todo volumen B. Persistente C. No me deja dormir D. No responde a mis quejas E. El vecino es desdeñoso F. Las amenazas no surten efecto G. Es un tipo agresivo H. No molesta a nadie más I. Esto ya dura demasiado J. Imposible neutralizar el ruido El “caudal de la conciencia” debe ser un listado redactado auténticamente “sobre la marcha”. Si uno se pone a pensar detenidamente, la enumeración será diferente y menos válida a los efectos que buscamos.
Tercer Paso Es el más importante de todos y en él se implica la cuestión del “flujo”.
Si tomamos los puntos de la enumeración uno por uno, veremos a qué otro punto “fluye” el punto que se ha escogido. No se trata de una cuestión de causa y efecto, sino de lo “primero que venga a la mente”. Puede resultar muy fácil porque algún otro punto ofrece un destino evidente. O podría resultar difícil si dos o más puntos parece que son destinos naturales. O puede ser que no haya ningún punto que parezca un destino natural. En cualquier caso, hay que tratar de hacerlo lo mejor posible.
Cuarto Paso Trazar el ámbito de flujo utilizando las letras para representar los puntos.
Por ejemplo si A. Música a todo volumen fluye a C. No me deja dormir, entonces simplemente indicamos que A fluye a C.
Quinto Paso Una vez configurado el ámbito de flujo de manera ordenada
Debemos observarlo en función de los rasgos que saltan a la vista.