La Paleta
Como en todas las técnicas hay gran variedad de elementos que nos sirven de paleta que puede ser la propia caja de acuarelas que suele tener unos pocillos o bien hay en cerámica o plástico diversas piezas con pocillos más o menos grandes y de muy diversas formas. También podemos utilizar un plato normal y corriente, poniendo los pegotes de color en el borde y el fondo del plato lo usamos para las mezclas.
Si se deciden por comprar una caja de acuarelas busquen que sea de calidad, que tenga pocos colores y que tenga unos cuantos pocillos o compartimentos para las mezclas.
Para la paleta, los tubos tienen la ventaja de poder sacar la cantidad deseada de color y luego se trabaja menos para sacar el color pero tiene el inconveniente de tener que enroscar y desenroscar el tapón cada vez que hace falta color.
Si usamos pastillas y pocillos tienen la ventaja de que el color siempre está disponible sin perder cualidades y al ser sólido no se malgasta, pero tiene el inconveniente de que cuesta más desprender el color de la pastilla y hay que tener cuidado de no ensuciar el color de al lado con el pincel mojado. En este caso la paleta la usamos solo para las mezclas.
La disposición de los colores en la paleta en realidad es indiferente, pues lo importante es que siempre lo hagamos igual para aprenderlo de memoria y así poder coger el color con el pincel sin tener que mirar prácticamente, de forma automática. No obstante, hay dos formas generalizadas de distribuirlos:
- Visto de derecha a izquierda: amarillos, tierras, rojos, verdes, azules, violetas y negros.
- Visto desde el centro: hacia la derecha los cálidos (amarillos, tierras, rojos) y hacia la izquierda los fríos (verdes, azules, violetas y negro).