El Caballete
Para la acuarela no es válido el caballete normal pues necesitamos la posibilidad de cambiar la inclinación del tablero dependiendo de la operación que realicemos para evitar que nos corra el agua hacia abajo.
Hay caballetes que permiten inclinar desde la vertical hasta la horizontal y si no, podemos apoyar el tablero con el papel, sobre una mesa e inclinarlo apoyando en un montón de libros.
¿Qué es un caballete?
El caballete es aquella estructura que va a servirnos para colocar las bases sobre las que vamos a pintar. Los hay de diferentes tipos y modalidades según el tamaño de pintura que hagamos, y el lugar donde escojamos pintar.
Aspectos importantes a considerar en la elección del caballete
1. Debe ser totalmente fuerte y estable, principalmente si te gusta pintar cuadros grandes, o con técnicas que requieran hacer mucha presión sobre el lienzo o soporte que vayas a usar. No debe moverse fácilmente al hacer los movimientos con los pinceles pues deterioraría la calidad de nuestras pinceladas. Así mismo debe tener un buen mecanismo que le impida caerse con facilidad pues estropearía el cuadro.
2. No se deje guiar por lo bonito que se vea el caballete, lo importante es su funcionalidad y seguridad para nuestras obras
3. Escoge el tipo de trípode que se adecúe a ti.
Tipos de caballete
Caballete de trípode:
Son los más comunes, permiten pintar de pie, generalmente permiten ajustar la altura y fijar el lienzo. Lo mejor de estos modelos es que se pueden plegar y no ocupan mucho espacio.
Caballete de estudio o tipo H:
Son para los artistas más exigentes. Generalmente son más pesados y con mecanismos un poco más complejos, para necesidades más específicas de algunos pintores como formatos de gran tamaño. Ocupan gran espacio.
Caballete de mesa:
Ideal para quienes por alguna condición física no pueden pintar de pie, o para trabajos pequeños.
Caballetes portátiles o de campo:
Para quienes desean incursionar en el paisajismo, pintar directamente inspirados en la naturaleza, o que viajan constantemente y se les hace necesario llevar sus implementos de pintura consigo. Los hay de diferentes modelos, los más comunes son los que se pliegan en forma de maleta, y los que se asemejan a un tripie o trípode de cámara fotográfica. No se usan para trabajos muy grandes ya que son algo inestables y soportan poco peso.
Existen muchos otros tipos de caballetes, como los gigantes, los de un solo pie, los que tienen cajones y diseños especiales para tener los suministros y pinceles siempre a mano, etc.