El concepto de educación a distancia
Es muy difícil encontrar en la actualidad algún educador que no haya oído hablar de la educación a distancia. De una u otra manera, todos la han oído mencionar, la han estudiado y quizás algunos hayan incluso trabajado con ella, lo cual nos hace suponer que todos poseen un concepto simple o de pronto, especializado, sobre la misma.
En aras de lo anterior, podemos inferir que cuando en el momento actual se menciona la expresión «educación a distancia» la mayor parte de la gente sabe de qué se trata. No obstante esto, cabe hacer algunas precisiones como punto de referencia fundamental, insistimos, para entrar en el tema de la tutoría.
Börje Hölmberg dice que la expresión «estudio a distancia» ha sido reconocida gradualmente a falta de otra mejor y agrega: «El concepto es más abarcativo que estudio por correspondencia (como se le suele interpretar) porque incluye también otros medios, además de la palabra escrita e impresa».
Por otra parte, el español Jaime Sarramona, quizás uno de los pre – cursores teóricos de la Educación a Distancia bajo una concepción moderna, dice: «El campo de la enseñanza a distancia sufre de una gran confusión de términos y conceptos. Con distinta terminología se pretende nombrar conceptos comunes, e iguales conceptos usan de distintos términos para su identificación.
Inicialmente se califica a todo un sector de la enseñanza como «independiente» (‘independent learning and teaching) para contraponerla a la enseñanza dependiente. Pero bajo esta determinación los autores pueden referirse igualmente a la enseñanza por ordenador mediante textos programados por correspondencia, lecturas supervisadas en la escolaridad secundaria, etc., lo que obliga a cualquier investigador sobre el tema a revisar toda la literatura que, con terminología semejante o distinta, se refiere al campo de su preocupación».
Muchas son pues las definiciones, caracterizaciones y percepciones que se han dado sobre la educación a distancia, que aún cuando interesantes, consideramos inútil y poco práctico abordar en este momento.
Por ello quedémonos con el concepto más simple que explica que la educación a distancia es una modalidad educativa que permite el acto educativo mediante diferentes métodos, técnicas, estrategias y medios, en una situación en que alumnos y profesores se encuentran separados físicamente y sólo se relacionan de manera presencial ocasionalmente, según sea la distancia, el número de alumnos, tipo de conocimientos que se imparte, etc.
La característica general pues, más importante del estudio a distancia, coinciden en afirmar varios autores, es que se basa en la comunicación no presencial, lo cual quiere decir que en el transcurso del proceso educativo «el alumno se encuentra a cierta distancia del profesor ya sea durante una parte, la mayor parte o incluso todo el tiempo que dure el proceso», según diferentes circunstancias.
Como usted puede apreciarlo con facilidad, este concepto y otros que usted pudiera consultar, coinciden en destacar que estudiar a distancia supone la autodidaxia, es decir, el estudio por uno mismo, el estudio independiente, sin necesidad de asistir a clases o lecciones presenciales de un docente en una institución educativa y horario definido, para lo cual se requiere un notorio grado de interés, responsabilidad, empeño y cierto control. La educación a distancia relieva también:
- Que en ella el maestro o docente no desaparece, ni puede desaparecer aunque se diluya un poco su presencia.
- Que el maestro o docente no tiene como función básica enseñar, dictar clases, sino, ante todo, orientar procesos de aprendizaje y a distancia, lo cual significa un cambien el papel de aquel lo mismo que del alumno.
- Que la mayor responsabilidad del aprendizaje recae en el alumno quien debe organizarse adecuadamente para ello.
En este sistema el alumno no contará, como en el sistema tradicional, con un profesor que lo controla si ha estudiado o si ha hecho las tareas o no, «ni tendrá que cumplir con un horario rígido para asistir a clases, ya que estas no se ofrecen. Estudia por lo tanto dónde y cuándo le parece más conveniente: en su oficina, en el parque, en su hogar, por las noches, los fines de semana, en sus ratos libres».
Cuando no se ha conocido a profundidad la educación a distancia, surgen generalmente muchas consejas y comentarios adversos que es bueno tener en cuenta para aclararlos y evitar que hagan carrera malos entendidos, lo cual no seria benéfico para esta modalidad educativa.
Para muchos, educación a distancia, es enseñanza por correspondencia, lo cual es a todas luces inexacto; es sólo uno de los múltiples medios que hoy en día puede utilizar la educación a distancia.
Así como se puede utilizar la correspondencia, también se puede hacer entrega de los mensajes instruccionales y educativos por radio, por televisión, por videocasetes, por audiocasetes, etc., sin que esto excluya ni al docente ni al medio escrito, tales como los módulos, cartillas o unidades que hoy son considerados por casi todos los países el medio maestro de esta modalidad educativa.
La tendencia más favorable que la educación a distancia viene teniendo en los últimos tiempos, es la combinación simultánea de varios de estos medios, por ello se viene hablando de una educación a distancia multimediada. «La utilización de estos sistemas también llamados de «medios múltiples» permite una mejor y más eficiente transmisión de la información científica y técnica a distancia y una mayor cobertura de los destinatarios, que en el caso de la educación a distancia, generalmente se encuentran dispersos en distintos puntos del país».
Hay quienes piensan también que la educación a distancia es de menor calidad que la presencial, diríamos en otros términos, que es de «segunda clase».
Consideramos que no hay razones suficientes para que ello sea así y que la posibilidad de que la educación sea de mala calidad ampara tanto a la modalidad presencial como a la modalidad a distancia.
Por el contrario, se puede pensar que la educación a distancia ofrece unas posibilidades educativas que en la presencial son limitadas. En la educación a distancia, y los resultados lo están confirmando así, el estudiante adquiere más responsabilidad, más autodisciplina, más autocontrol, más habilidad en la toma de decisiones, etc.; valores, habilidades y actitudes cuyo desarrollo es ahogado por la dependencia que tradicionalmente genera la educación presencial y que también podrían desarrollarse en esta modalidad, si cambiaran los métodos pedagógicos y ante todo la actitud avasallante del docente.
Si la educación a distancia no es ni inferior ni superior a la presencial, al menos debe lograr la misma calidad de ésta. También no faltarán quiénes afirmen que la educación a distancia sólo es apropiada para conocimientos teóricos o cognoscitivos y nada posible para conocimientos técnicos o prácticos, es decir, para aprendizajes que requieren destrezas o habilidades motoras.
Igualmente, la experiencia ha demostrado que ella puede utilizarse para cualquier tipo de aprendizaje, todo depende de cómo se elabore la planeación, la programación y de qué recursos y estrategias se disponga para ello.
La educación a distancia para aprendizajes que requieren la práctica, obviamente debe planear una serie de situaciones y recursos en que aquella pueda realizarse, tales como laboratorios, talleres, etc. También se da el caso en que la institución envía pequeños paquetes de equipos básicos para que sus alumnos realicen y practiquen sus ejercicios, independientemente de que ellos también pueden encontrar a veces en su medio social o comunitario, empresas o talleres en los cuales se les facilite de alguna manera hacer sus prácticas.
Pensemos, por ejemplo, en este momento, en el caso de la mecánica automotriz para lo cual existen talleres en las poblaciones o amigos o familiares que contando con su vehículo, en algún momento pudieran facilitar alguna actividad práctica. En otros casos, las instituciones tienen laboratorios o talleres ambulantes rodantes (unidades móviles) que trasladan hasta donde se encuentran los alumnos que hacen su formación a distancia.
Como puede darse cuenta, la educación a distancia posee innumerables recursos posibles para facilitar los aprendizajes de los alumnos. Una última objeción, para no mencionar otras quizás de igual importancia, es que la educación a distancia no es para nosotros los países llamados subdesarrollados, porque carecemos de disciplina y hábitos de estudio independiente.
Esta es tal vez una pobre objeción, difícil de sustentar, si nos ponemos a pensar que nadie nació aprendido y que quienes hoy son capaces de estudiar a distancia tuvieron alguna vez que iniciar un proceso de aprendizaje con las mismas dificultades que pudieran tener quienes ahora lo inician.
El estudiar a distancia genera un aprendizaje más lento o más ágil dependiendo del interés, la motivación y las características propias de cada sujeto (diferencias individuales). Cuenta también de manera muy especial, en este aspecto, la materia o tema que se estudie y ante todo, el desempeño pedagógico del tutor.
Digamos de todas maneras que de alguna forma, todas las personas hemos aprendido en forma abierta y a distancia muchas cosas, aunque de manera sistemática, porque la vida es así, asistemática. El mundo, la vida son la escuela y esto en alguna dimensión es lo que está recuperando la educación abierta y a distancia, como oposición a la acentuada escolarización del conocimiento que desde hace siglos ha caracterizado la educación.
Deliberadamente hemos venido hablando en estas notas de educación a distancia y sólo hemos mencionado «educación abierta y a distancia» ahora al final.
La explicación radica en que el propósito en los proyectos de capacitación está básicamente orientado a la primera, sin querer desconocer que la tendencia mayor en muchos países, en la actualidad, es a hablar de educación abierta y a distancia, sin dejar de reconocer las grandes dificultades que aun se tienen para hacer educación a distancia abierta, lo cual supone una completa revolución en los sis-temas educativos de nuestros países, caracterizados por su formalismo academicismo y burocratismo. Quizás para llegar a la educación abierta los países tienen que transitar primero un buen trecho por la educación a distancia, y ello lo prueba el que poquísimos países en el mundo pueden contar que estén haciendo educación a distancia, y, lo más importante, con promisiorios resultados.