Compresión de imágenes
Debido a que una imagen puede llegar a ocupar gran cantidad de espacio, es esencial utilizar algún método de compresión. Este proceso se realiza de forma automática al salvar el documento, y dependiendo con qué formato se guarde se comprimirá más o menos y perderá o conservará su calidad.
Comprimir archivos de imágenes en cualquier compresor es riesgoso, ya que se puede modificar el archivo.
Hay dos maneras de comprimir: Trabajando con el archivo completo o por canales.
Estos son los formatos de compresión trabajando con el archivo completo.
RLE: Compresión sin pérdida, admite los formatos BMP, PCX, TIFF, PSD,
EPS Y DCS: Sustituye una secuencia de bits por un código. La mayoría de los sistemas se basan en este.
LZW: Compresión sin pérdida, admite los formatos TIFF, PDF, GIF y PostScript. Aconsejable para imágenes grandes no muy complejas, capturas de pantalla, etc.
TPEG: Alta comprensión aunque con pérdida, admite los formatos JPEG,
PDF y PostScript: Creado especialmente para trabajar con imágenes en color.
ZIP: Compresión sin pérdida, admite el formato PDF.
Otros: BackBits (variante de RLE), Huffman, CCITT (especial para blanco y negro), etc.
La compresión por canales, aunque más que compresión es división, se puede hacer con EPS.
Fuente: Apunte Retoque Digital de la U de Londres