Principios generales de la teoría de sistemas
Estos principios permiten identificar, en el caso de la empresa, un conjunto de subsistemas, según diferentes criterios de “demarcación”, los cuales, y en la medida que son objeto de un análisis pormenorizado y son aislados de los otros componentes se convierte en un sistema empresarial. Proceso que puede ser recurrente hasta llegar al elemento simple y que ya no cumple con dichas condiciones.
Estos principios son:
- Interrelación entre elementos, objetos o atributos. Si se produce con el entorno, el sistema se define como abierto.
- Importancia del sistema como un «todo», aunque compuesto por partes interrelacionadas.
- Plan común. Orientación del sistema a la posición de equilibrio por la que los elementos buscan el plan común u objetivo del sistema.
- Relación entre entradas-salidas. Dicho plan depende de un conjunto de «entradas», que transforma en unas salidas que, a su vez, son «entradas» para otro sistema. Si el sistema es cerrado estas se determinan de una sola vez, si es abierto, pueden entrar cantidades adicionales.
- Transformación. Función característica o proceso que opera sobre las entradas para lograr las salidas.
- Entropía. Estado de un sistema en el que existe un máximo de desorden o de indeterminación, lo que puede causar su destrucción. Estado que produce la falta de información y de control.
- Regulación. Proceso basado en un sistema de control para generar información que permita corregir las desviaciones sobre los objetivos o replanificar el proceso transformador.
- Diferenciación. Los sistemas más complejos exigen que los elementos simples se especialicen en determinadas funciones características.
- Jerarquía. Los sistemas se pueden descomponer en subsistemas o partes principales y así sucesivamente (recurrencia). Ello implica una relación de dependencia.
- Equifinalidad. Los sistemas abiertos pueden llegar al mismo estado final combinando entradas