Perspectivas sobre las funciones directivas
La visión principal y más extendida sobre las funciones del directivo proviene de los autores que hemos agrupado dentro de lo que llamamos la Teoría Clásica . En 1916, el fundador de esta escuela, Henry Fayol, presento sus cinco funciones directivas fundamentales:
- Planificación.
- Organización.
- Coordinación.
- Mandato.
- Control.
Su trabajo cobró fuerza en los años treinta, por mediación de Luther Gulick que lo popularizó entre los directivos a partir de las siguientes siglas: POSDCORB (Mintzberg, 1991) y que corresponden a las palabras inglesas Planning, Organizing , Staffing, Coordinating, Reporting y Budgeting, que definiremos en su traducción española, en los mismos términos en los que lo hace Mintzberg en su libro La naturaleza del trabajo directivo.
- Planificar, o formarse un esquema aproximado de lo que tiene que hacerse y de los métodos para realizarlo a fin de alcanzar los objetivos establecidos por la empresa.
- Organizar, o diseñar la estructura formal de autoridad mediante la cual se compongan, definan y coordinen las subdivisiones del trabajo, en aras del objetivo establecido.
- Crear equipo, esto es, toda la función dirigida hacia el personal y relativa a la contratación y preparación del mismo, así como el mantenimiento de unas favorables condiciones de trabajo.
- Dirigir, o la continua tarea de tomar decisiones y encauzarlas en órdenes e instrucciones, generales y específicas, constituyéndose así en líder de su empresa.
- Coordinar, o la importantísima función de interrelacionar las diferentes partes del trabajo.
- Informar, esto es, mantener informadas de lo que sucede a aquellas personas ante quienes es responsable, lo que incluye mantenerse informado a sí mismo y a sus subordinados mediante registros, investigaciones e inspecciones.
- Presupuestar, es decir, todo lo correspondiente a la creación de presupuestos en forma de contabilidad, control y planificación fiscal.
El concepto de funciones directivas, derivado del de proceso administrativo de Fayol, se impuso a partir de entonces, y todavía perdura tanto en la mentalidad de los directivos, como en las de profesores y estudiantes. Mackenzie, en un artículo publicado en la Harvard Business Review en 1969, es decir, casi medio siglo después de los escritos de Fayol, planteaba como funciones directivas planificar, organizar, integrar, dirigir y controlar estableciendo además, como otra ventaja de esta sistemática para definir el trabajo directivo, el hecho de que facilitara “una tendencia hacia la normalización de la terminología”; de hecho, hoy en día, está aceptado y extendido que el trabajo de los directivos se realiza a través de lo que se llama funciones de secuencia, y que se corresponden con estos cinco pasos. Si seguimos con la revisión que de las perspectivas sobre el trabajo de los directivos realiza Mintzberg podemos encontrar diferentes escuelas con explicaciones distintas de dicho trabajo; así:
- La Escuela de los Prohombres con autores como Roy Lewwis, Rosemary Stewar o Collis, plagada de anécdotas sobre grandes directivos, pero con poca teoría general.
- La Escuela de la Teoría de la Decisión, debida fundamentalmente a Herbert A. Simon, con autores como Cyert y March, que plantean las funciones continuas, que descienden en el orden jerárquico y que son: analizar el problema, tomar decisiones y comunicar.
- Escuelas relacionadas con el Liderazgo, que centran su estudio más en las características que deben tener los directivos que en las funciones que desarrollan.
- La Teoría de los Roles, propuesta por Mintzberg, en la que partiendo de que la principal función del directivo es la de ser “cabeza visible”, plantea que partiendo de la autoridad formal, o “status”, el directivo tiene tres tipos de roles: roles interpersonales (cabeza visible, líder, enlace), roles informativos (monitor, difusor, portavoz), roles de decisión (empresario, gestor de anomalías, asignador de recursos, negociador).
Autor: García González Concepción.