Cuidados durante el baño
Este es el momento de mayor interacción entre los padres y el bebé, sin olvidar, está claro, el de la lactancia. El baño es especial, es momento de relax, de juego, de contacto directo con el niño, sin olvidar el objetivo primordial que es una buena higiene.
¿Cuándo bañar al bebé?
La tarea del baño debe ser tranquila, realizarla en un momento en que no tengamos prisa, que nada nos preocupe ni nos interrumpa y a ser posible cuando estén presentes los dos padres, ya que compartir esta experiencia es beneficioso para toda la familia.
¿Dónde bañarlo?
Podemos realizarlo en una bañera especial de bebé o en el lavabo si es amplio, en definitiva, en un lugar cómodo, un clima agradable y con todo lo necesario alrededor. Debemos prepararlo todo anterioridad.
Material necesario
Esponja suave (natural), jabón de pH neutro sin perfume, peine (si se utiliza, aunque no es necesario), crema, pañal nuevo, ropa limpia, material para curar el ombligo (gasas y antiséptico).
Preparativos:
- Comprobar que tenemos todo el material que vamos a utilizar.
- Procurar un ambiente térmico neutro, no es necesario que haga calor excesivo, ya que no beneficia nada y los contrastes no son buenos.
- Preparar el agua a temperatura agradable, se puede controlar con la cara interna del antebrazo, aunque también existen termómetros de agua. La temperatura debe ser aproximadamente entre 36ºC y 38ºC, según el gusto del niño.
- ¿Cómo bañarlo? — El baño mas relajante y placentero es por inmersión, por eso si lo realizamos cerca de la noche, obtendremos la posibilidad de que duerma y descanse mejor, él y sus papás. Además es beneficioso porque al sumergirle en agua caliente ayuda a la termorregulación, esto es, ayuda a que no se quede frío durante el baño.
Pasos a seguir
- Desnudarlo despacio, con mimo.
- Antes de sumergirlo limpiaremos la zona genital, si tiene el pañal sucio, para no ensuciar el agua de la bañera.
- Introducir al niño en el agua hasta casi los hombros, si es posible, sujetándole el padre o la madre pasándole el brazo por detrás de la espalda, hasta sujetar su bracito por la axila, así la cabeza queda libre y el cuerpo bien sujeto.
- Calmarlo si se pone nervioso, hablándole y acariciándole e ir echando agua con la mano por todo el cuerpo.
- Lavar la cara con agua.
- Con la esponja humedecida y escurrida, con poca cantidad de jabón, ir frotando suavemente todo el cuerpo empezando por la cabeza e insistiendo en la zona por detrás de las orejas, seguir con el cuello, brazos, axilas, pecho, espalda, piernas, pies y por último los genitales.
- Enjuagarle, echándole agua de nuevo con la mano, eliminando todos los restos de jabón.
- Sacarlo del agua con cuidado y taparlo con una toalla o capa caliente.
- El secado debe ser preciso, sin frotar, haciendo pequeños toques con la toalla y empapando la humedad, prestando especial atención a las zonas de los pliegues (cuello, axilas, ingles y genitales) y en las manos y pies.
Fuente: Cuidados básicos del recién nacido, Segovia Purificación, Vidal María Luisa, Sanchos Cristina, Garzón Tatiana, Hospital Universitario La Fe, Valencia, España.