¿Cómo funcionan las vacunas?

Las vacunas le «enseñan» al cuerpo cómo defenderse cuando los microorganismos, como virus o bacterias, lo invaden.

Las vacunas lo exponen a una cantidad muy pequeña y muy segura de virus o bacterias que han sido debilitados o destruidos. Su sistema inmunitario aprende luego a reconocer y atacar la infección si está expuesto a ella posteriormente en su vida. Como resultado de esto, usted no resultará infectado o puede tener una infección más leve. Ésta es una forma natural de hacerle frente a las enfermedades infecciosas.

Actualmente, están disponibles 4 tipos diferentes de vacunas:

  1. Las vacunas de virus vivos usan la forma del virus debilitada (o atenuada). La vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (triple viral) al igual que la vacuna contra la varicela (viruela) son ejemplos de este tipo.
  2. La vacuna elaborada con microbios muertos (inactivada) se hace de una proteína u otros pequeños fragmentos tomados de un virus o bacteria. La vacuna antigripal es un ejemplo.
  3. Las vacunas toxoides, como las vacunas antidiftérica y antitetánica, contienen una toxina o químico producido por la bacteria o virus. Estas vacunas hacen que uno sea inmune a los efectos dañinos de la infección en lugar de la infección en sí.
  4. Las vacunas biosintéticas contienen substancias artificiales que son muy similares a pedazos de virus o bacterias. La vacuna conjugada Hib (Haemophilus influenzae tipo B) es un ejemplo.