Bases teóricas: Dominios del conocimiento y sistemas de pensamiento

La Nueva Taxonomía está conformada por dos dimensiones: niveles de procesamiento y dominios del conocimiento. Con respecto a los niveles de procesamiento, estos niveles los conforman los tres sistemas mencionados anteriormente (interno o self, metacognitivo y cognitivo). En cuanto a los dominios de conocimiento que se declaran en la Nueva Taxonomía, éstos se pueden clasificar en tres: información, procedimientos mentales y procedimientos psicomotores. A partir de la definición de sus dos dimensiones, la Nueva Taxonomía puede representarse gráficamente de la manera en que se presenta en la Figura 2.

Figura 2

En la Figura 2 se aprecia que en las líneas horizontales se encuentran los tres sistemas de pensamiento: interno o self, metacognitivo y cognitivo. Del último tipo de sistema (cognitivo) se despliegan los cuatro subtipos correspondientes: recuperación, comprensión, análisis y utilización del conocimiento.

Con esta clasificación de dos dimensiones es más sencillo poder ubicar los objetivos de aprendizaje así como generarlos por el nivel de especificidad que se maneja en esta propuesta. Asimismo, los autores de la Nueva Taxonomía confirman que su uso puede ir más allá, hacia el desarrollo curricular, en especial para propuestas curriculares centradas en desarrollar habilidades del pensamiento.

En conclusión, la Nueva Taxonomía mejora en algunos puntos a la propuesta presentada por Benjamin Bloom hace más de cinco décadas. De abajo hacia arribla, En primer lugar, es un modelo que en su esencia es una teoría sobre el pensamiento humano, a diferencia de la propuesta de Bloom que se limita a ofrecer un marco de referencia que describe seis niveles de procesamiento de información.

En segundo lugar, la metacognición se presenta como un tipo de procesamiento que es aplicado al contenido de la disciplina que se estudia o se pretende estudiar, no se pone al mismo nivel que el conocimiento factual, conceptual y procedimental como sí sucede en otras propuestas como la de Anderson (2001).

En tercer lugar se encuentra el hecho de haber enunciado la existencia del sistema interno (self) ubicado en primer espacio de la jerarquía, que tiene la facultad de controlar si el aprendiz se involucra o no en el proceso de aprendizaje al que se le está invitando. Este sistema es muy importante pues además de contener todo lo que pasa por la conciencia (memoria, acciones, deseos, etc.), también permite jerarquizar los retos trazados en y para nuestra vida.

Fuente: Gallardo Córdova Katherina Edith, Manual Nueva Taxonomía Marzano y Kendall