Observación abierta
En este enfoque, el observador literalmente utiliza una hoja en blanco para registrar la lección; toma notas sobre los puntos clave de la lección o utiliza un formulario personal de apuntes para realizar un registro de los intercambios dentro de la sala de clase. El objetivo básico en este caso es poder reconstruir posteriormente la lección. Como variante de la observación abierta, también puede registrarse sólo eventos que caigan dentro de ciertas categorías generales, como se muestra en la figura 1.
El problema con este enfoque es que muchas veces carece de foco y puede llevar a juicios prematuros. La manera óptima de manejar este enfoque es realizando un registro abierto que sea lo más apegado a los hechos y posponer la interpretación hasta una discusión posterior a la lección. Debido a su carácter general, es importante ceñirse a cada componente del ciclo de tres fases. De lo contrario, lo que en un comienzo fue un enfoque compartido hacia la observación podría terminar en monólogo en un solo sentido.
Fuente: Hacia una buena escuela, experiencias y lecciones, Hopkins David, editorial Quebecor World Chile, Santiago de Chile