Inspección sobre el terreno

La finalidad del estudio inicial, llamado inspección sobre el terreno, es recoger información de manera sistemática para juzgar si existe una situación potencialmente peligrosa y si es necesario realizar mediciones. El higienista industrial comienza la inspección sobre el terreno con una reunión inicial a la que pueden asistir representantes de la dirección, trabajadores, supervisores, enfermeros de empresa y delegados sindicales. Los higienistas industriales pueden influir mucho en el éxito del estudio y en cualquier medición posterior, creando un equipo de personas que se comuniquen libre y sinceramente entre sí y comprendan los objetivos y el ámbito de la inspección. Los trabajadores deben participar y estar informados de la inspección desde el principio para que la cooperación, y no el miedo, presida la investigación.

En la reunión, se solicitan diagramas de los procesos, planos de la fábrica, informes sobre inspecciones ambientales realizadas en el pasado, programas de producción, calendarios de mantenimiento de los equipos, documentación sobre los programas de protección personal y estadísticas sobre el número de trabajadores, los turnos y las quejas relacionadas con la salud. Todos los materiales peligrosos utilizados y producidos en las operaciones se identifican y cuantifican. Se elabora un inventario químico de productos, subproductos, productos intermedios e impurezas y se consultan todas las fichas toxicológicas de los materiales. Se anotan los calendarios de mantenimiento de los equipos, su edad y su estado, porque el uso de equipos antiguos puede incre-mentar las exposiciones debido a la falta de controles.

Después de la reunión, el higienista industrial realiza una inspección visual del lugar de trabajo, observando las operaciones y los métodos de trabajo, con el objetivo de identificar posibles contaminantes laborales, valorar el potencial de exposición, identificar la vía de exposición y estimar su duración y su frecuencia. 

Las tareas no rutinarias pueden producir importantes exposi-ciones pico a sustancias químicas, que son difíciles de predecir y medir durante una jornada laboral normal. Los cambios en los procesos y las sustituciones químicas pueden alterar la emisión de sustancias al aire e influir en la exposición consiguiente. Los cambios en la distribución física de una zona de trabajo pueden alterar la eficacia de un sistema de ventilación. Los cambios en las funciones de los puestos de trabajo pueden determinar que algunas tareas sean realizadas por trabajadores sin experiencia en condiciones de mayor exposición. Las renovaciones y reparaciones pueden introducir en el medio ambiente de trabajo nuevos materiales y sustancias químicas que liberen compuestos químicos volátiles o irritantes.

Fuente: Herrick Robert F., Enciclopedia de Salud y Seguridad en el trabajo.