Finalidad del muestreo
El objetivo de las estrategias de muestreo ambiental y biológico es evaluar la exposición de trabajadores concretos o evaluar fuentes contaminantes. El control de los trabajadores se realiza para:
• evaluar las exposiciones individuales a tóxicos crónicos y agudos;
• responder a las quejas de los trabajadores relacionadas con la salud y los olores;
• definir la exposición basal para un programa de control a largo plazo;
• determinar si las exposiciones cumplen la normativa pública;
• evaluar la eficacia de los controles técnicos o de los procesos;
• evaluar las exposiciones agudas para respuestas de emergencia;
• evaluar la exposiciones en lugares con residuos peligrosos;
• evaluar la influencia de las prácticas de trabajo en la exposición;
• evaluar la exposición correspondiente a distintas tareas;
• investigar enfermedades crónicas como la intoxicación por plomo o mercurio;
• investigar la relación entre exposición en el trabajo y enfermedad profesional;
• realizar un estudio epidemiológico.
El control de la fuente y de la atmósfera ambiente se realiza para:
• establecer la necesidad de aplicar controles técnicos, como sistemas de ventilación localizada y cerramientos;
• evaluar las consecuencias de las modificaciones de equipos o procesos;
• evaluar la eficacia de los controles técnicos o de los procesos;
• evaluar las emisiones originadas por equipos o procesos;
• evaluar el cumplimiento de los requisitos reglamentarios una vez implantadas las acciones correctoras, como la retirada de amianto y plomo;
• responder a las quejas sobre la atmósfera interior, enfermedades de origen no profesional y olores;
• evaluar las emisiones en lugares con residuos peligrosos;
• investigar una respuesta de emergencia;
• realizar un estudio epidemiológico.
Cuando se realiza el control de los trabajadores, la toma de muestras del aire proporciona medidas estimadas de las dosis resultantes de la exposición por inhalación. El control biológico puede servir para conocer la dosis real de una sustancia química que penetra en el organismo a través de todas las vías de absorción: inhalación, ingestión, inyección y contacto con la piel. Así, el control biológico puede reflejar con mayor exactitud que el control atmosférico la carga corporal total y la dosis de una persona. Cuando se conoce la relación entre la exposición atmosférica y la dosis interna, el control biológico puede utili-zarse para evaluar las exposiciones crónicas pasadas y presentes.
Los objetivos del control biológico se enumeran en la Figura 30.7.
El control biológico tiene sus limitaciones y debe realizarse únicamente si logra objetivos que no pueden alcanzarse sólo con el control atmosférico (Fiserova-Bergova 1987). Se trata de un procedimiento invasivo, que requiere la toma de muestras directamente de los trabajadores. Las muestras de sangre suelen constituir el medio biológico más útil de control; sin embargo, sólo se debe extraer sangre cuando se descartan otras pruebas no invasivas, como los análisis de orina o del aire exhalado. En el caso de la mayoría de las sustancias químicas industriales, no existen datos referentes a la trayectoria de las sustancias químicas absorbidas por el organismo, o los que hay son incompletos; por consiguiente, sólo se dispone de un número limitado de métodos analíticos de medición y muchos de ellos no son sensibles ni específicos.
Los resultados de los controles biológicos pueden variar considerablemente entre personas expuestas a las mismas concentraciones atmosféricas de sustancias químicas; la edad, el estado de salud, el peso, el estado nutricional, el consumo de fármacos, el tabaquismo, el consumo de alcohol, la medicación y el embarazo pueden influir en la absorción, distribución, metabolismo y eliminación de las sustancias químicas.
Fuente: Herrick Robert F., Enciclopedia de Salud y Seguridad en el trabajo.