Fundamentos biológicos para evaluar la exposición
La evaluación de la exposición en el lugar de trabajo consiste en identificar y evaluar los agentes con los que un trabajador puede entrar en contacto. Se pueden construir índices de exposición que reflejen la cantidad de un agente presente en el medio ambiente en general o en el aire inhalado, y la cantidad de un agente que realmente se inhala, se traga o se absorbe por otras vías (ingesta).
Otros índices reflejan la cantidad de agente que se reabsorbe (absorción) y la exposición en el órgano diana. La dosis es un término farmacológico o toxicológico utilizado para indicar la cantidad de una sustancia que se administra a una persona. La frecuencia de dosis es la cantidad de sustancia administrada por unidad de tiempo. La dosis de una exposición en el lugar de trabajo es difícil de determinar en la práctica, puesto que los procesos físicos y biológicos, como la inhalación, la absorción y la distribución de un agente en el organismo humano establecen entre la exposición y la dosis relaciones complejas no lineales.
La incertidumbre sobre el nivel real de exposición a los agentes hace además que sea difícil cuantificar la relación existente entre exposición y efecto en la salud. Para muchas exposiciones profesionales, existe un intervalo de tiempo, durante el cual la exposición o la dosis alcanzan la mayor importancia, para el desarrollo de un determinado problema de salud o síntoma. Por consiguiente, la exposición, o la dosis, biológicamente importante sería la que se produce durante el intervalo de tiempo.
Se cree que algunas exposiciones a cancerígenos en el lugar de trabajo tienen este tipo de intervalo de tiempo relevante. El cáncer es una enfermedad con un largo período de latencia y, por consiguiente, puede ocurrir que la exposición que causa el desarrollo definitivo de la enfermedad tenga lugar muchos años antes de que el cáncer se manifieste. Es, por tanto, un fenómeno arbitrario ya que lo que cabría esperar es que la exposición acumulada a lo largo de toda una vida profesional fuera el parámetro relevante. Es posible que la exposición que se produce en el momento de manifestarse la enfermedad no tenga especial importancia.
La pauta de exposición continua, intermitente, con o sin picos agudos puede ser también relevante. Es importante tenerla en cuenta tanto para los estudios epidemiológicos como para las mediciones ambientales que se utilizan para observar el cumplimiento de las normas sanitarias y los controles ambientales en el marco de los programas de prevención y control. Por ejemplo, si un efecto en la salud está causado por exposiciones pico, estos picos deben ser medidos para que puedan ser controlados. Las observaciones que sólo facilitan datos sobre exposiciones medias durante largos períodos de tiempo no tiene gran utilidad, puesto que los valores de desviación de los picos pueden quedar ocultos por la obtención del valor promedio y, desde luego, no pueden controlarse en el momento en que ocurren.
Muchas veces se desconoce la exposición o la dosis biológicamente relevante para un determinado efecto, porque las pautas de ingesta, absorción, distribución y eliminación, o los mecanismos de biotransformación, no se conocen con suficiente detalle. Tanto el conocimiento de la velocidad a la que un agente entra y abandona el organismo (cinética) como el de los procesos bioquímicos que sufre la sustancia (biotransformación) ayudan a determinar las relaciones entre exposición, dosis y efecto.
El control ambiental consiste en la medición y evaluación de los agentes presentes en el lugar de trabajo para evaluar la exposición ambiental y los consiguientes riesgos para la salud. El control biológico consiste en la medición y evaluación de los agentes presentes en el lugar de trabajo o de sus metabolitos en los tejidos, secreciones o excreciones para evaluar la exposición y los riesgos para la salud. Algunas veces se utilizan biomarcadores, como aductos del ADN, para medir la exposición. Los biomarcadores sirven también como indicadores de los mecanismos del propio proceso de la enfermedad, pero este es un tema complejo que se aborda con más detalle en el capítulo Control biológico y más adelante en esta sección.
El modelo básico de exposición-respuesta puede esquematizarse de la siguiente forma:
exposición → absorción → distribución, eliminación, transformación → dosis en el órgano diana objetivo →
fisiopatología → efecto
Dependiendo del agente, las relaciones entre exposición-absorción y exposición-ingesta pueden ser complejas. Para muchos gases pueden realizarse aproximaciones sencillas basadas en la concentración atmosférica del agente durante una jornada de trabajo y en la cantidad de aire inhalado. Para el muestreo del polvo debe tenerse en cuenta, además, que el depósito de las partículas es función de su tamaño. Las consideraciones sobre el tamaño pueden aumentar también la complejidad de la relación. En el capítulo Sistema respiratorio se facilitan más detalles sobre el aspecto de la toxicidad respiratoria.
La valoración de la exposición y la dosis es un elemento de la valoración cuantitativa del riesgo. Los métodos de evaluación del riesgo para la salud suelen constituir la base para establecer los límites de exposición correspondientes a los niveles de emisión de agentes tóxicos en el aire que se definen en las normas ambientales y laborales. El análisis del riesgo para la salud proporciona una estimación de la probabilidad (riesgo) de que ocurran determinados efectos en la salud o una estimación del número de casos con esos efectos. El análisis del riesgo para la salud permite establecer una concentración aceptable de un agente tóxico en el aire, el agua o los alimentos, dada una magnitud de riesgo aceptable elegida a priori.
El análisis cuantitativo del riesgo ha encontrado una aplicación en la epidemiología del cáncer, lo que explica la importancia que se concede a la evaluación retrospectiva de la exposición. Sin embargo, otras estrategias más elaboradas de evaluación de la exposición se aplican también a evaluaciones tanto prospectivas como retrospectivas de la misma. Los principios de la evaluación de la exposición se han aplicado también al estudio de otros efectos, como las enfermedades respiratorias benignas (Wegman y cols. 1992; Post y cols. 1994). En este momento, predominan dos líneas de investigación. Una de ellas utiliza estimaciones de la dosis obtenidas de la información procedente de las mediciones ambientales, y la otra se basa en los biomarcadores como medidas de la exposición.
Fuente: Herrick Robert F., Enciclopedia de Salud y Seguridad en el trabajo.