La evolución del e-learning

Existe un claro paralelismo entre la evolución de las TIC y el desarrollo de modelos formativos en línea (véase la figura 1). La UOC ha vivido la historia del e-learning y, en cada fase, ha tenido que analizar la evolución de la formación y tomar decisiones sobre el modelo educativo, el desarrollo tecnológico y la organización de los procesos.

El modelo educativo de la UOC surgió como respuesta a la necesidad de dotar, desde sus inicios, de una fuerte identidad propia a la universidad y de intentar establecer una metodología de e-learning. Aquí conviene destacar que existe una diferencia importante entre los modelos de educación a distancia y el e-learning.

La educación a distancia puede o no utilizar tecnología, pero lo más importante es garantizar el estudio independiente sin necesidad de que haya una intervención continua del docente. En el caso del e-learning, se comparte la no presencialidad del modelo, pero el énfasis se produce en la utilización de Internet como sistema de acceso a los contenidos y a las actividades de la formación. La interacción y la comunicación son una parte fundamental de los modelos de e-learning.

En el caso de la UOC, siempre ha habido la voluntad de disponer de un modelo educativo coherente y homogéneo que garantice el desarrollo de la universidad, con independencia de las titulaciones que se ofrezcan (Duart-Sangrà, 2001). Se trata de dar una respuesta adecuada al perfil de los estudiantes teniendo en cuenta sus condiciones: garantizar la no discriminación en razón del grado de acceso a la tecnología.

Desde el inicio, el modelo educativo de la UOC se ha fundamentado en cinco elementos básicos:

  • La personalización ha permitido que se superaran, en buena parte, los modelos industriales en que se basó la educación a distancia en la década de los setenta y los ochenta. Modelos que desarrollaban una visión uniforme para todos, con procesos automatizados que no permitían la adaptación a las necesidades de cada estudiante. La personalización implica flexibilidad. Ya no importan tanto los horarios de trabajo de nuestros estudiantes, ya no importa tanto dónde vivan, no importan las responsabilidades familiares y sociales que tengan…, podrán estudiar y formarse. En este sentido, la asincronía ha tenido una función fundamental y ha permitido a cada estudiante adaptar el estudio a sus ritmos vitales y profesionales. Se ha demostrado ampliamente que es posible aprender de manera asíncrona, sin que profesores y estudiantes (ni los estudiantes entre ellos y ellas) coincidan en el espacio y en el tiempo.
  • Los docentes, por medio de su interacción con los estudiantes, y sobre todo el plan docente a partir del cual se vehiculan los aprendizajes de cada asignatura, han sido los elementos que han dado carácter personalizado al trato entre los profesores y los estudiantes.
  • La interactividad ha sido un principio que se ha desarrollado a partir de las opciones que ha puesto a disposición el campus virtual.
  • Los materiales didácticos han sido un elemento muy importante, ya que han permitido el acceso a conocimientos muy especializados y de calidad.

Un sistema de evaluación continuada. La aplicación de este sistema, en 1995, representó una apuesta metodológica innovadora y arriesgada, que tenía como objetivo permitir que el estudiante fuera consciente de su proceso de aprendizaje, a la vez que hacía accesibles mecanismos alternativos de evaluación diferentes al examen final tradicional. Durante estos años, este ha sido un elemento característico del modelo educativo se ha demostrado el acierto de su aplicación.

Estableciendo un paralelismo entre el desarrollo y la evolución de la tecnología con los modelos de e-learning (véase la figura 1), podemos observar que, en la primera generación, adaptar los contenidos y materiales textuales al formato web fue la preocupación más importante. En la UOC se realizó un esfuerzo muy importante por elaborar materiales que fueran específicamente diseñados para la formación en línea. Por consiguiente, el modelo de material tiene que ser didáctico e incluir elementos de reflexión, síntesis, actividades, etc.

figura 1

Fuente: Sancho Teresa, Borges Federico y Gros Begoña, Evolución y retos de la Educación virtual, Construyendo el E-learnig del siglo XXI, Editorial UOC, Barcelona.