Historia de la Kinésica o Quinesia

En 1873 Darwin publica La expresión de las emociones en los animales y en el hombre. A pesar de que a Darwin se le reconoce fundamentalmente sus hallazgos biológicos y haber desarrollado la teoría de la evolución por selección natural, que tendría especial relevancia en el ámbito de la biología y ciencias afines, la preocupación por el comportamiento fue siempre una constante en la obra del autor del Origen de las Especies.

Los tres principios fundamentales de la explicación de las emociones, que tienen una relación tangencial con el principio de selección natural son los siguientes:

  • Hábitos útiles asociados: son de utilidad para satisfacer deseos, eliminar sensaciones, etc. llegan a ser tan habituales que se producen incluso en situaciones que no requieren semejante patrón de respuesta.
  • Antítesis: En el caso de que el hábito esté consolidado, cuando se produce un estado de ánimo contrario al que produce semejante patrón conductual, se producirá la respuesta motora contraria.
  • Acción directa del sistema nervioso: Una fuerza nerviosa en situaciones de gran excitación puede dar lugar a movimientos expresivos. Tales expresiones se canalizan por los cauces fisiológicos que estén más preparados por los hábitos, de forma que «la energía fluye con independencia del hábito, pero las acciones expresivas dependen de éste».

Acciones  más importantes

  • Reflejos e instintos, innatos y se heredan de nuestros antepasados, manifestando una clara continuidad filogenética en la expresión de las emociones, del mismo modo que existe continuidad en la evolución biológica.
  • Hábitos, producto de asociación de reflejos, que tengan como función la expresión emocional pueden modificarse e ir desapareciendo.