La situación de la EADAV y sus problemas
En la educación a distancia, a los problemas naturales que implica todo proceso para cuidar la calidad de los servicios educativos se agregan otros más, derivados de concepciones y prácticas tradicionales y hasta de prejuicios y de la falta de criterios, metodologías, parámetros e instrumentos tomados de las prácticas de los sistemas escolarizados. Esto, además de obstaculizar las nuevas prácticas, le quita a la educación una de sus cualidades más atractivas, como es el placer de conocer situaciones nuevas, cuando lo que buscamos es calidad para: compartir el conocimiento, cerrar brechas, abrir nuevos caminos, atender la diversidad, y estar en una constante búsqueda y transformación.
La calidad sólo entendida como control estorba, y lo que se necesita es la calidad innovadora que propicie la creatividad y la capacidad para enfrentar lo nuevo e incierto que caracteriza a la vida real. Hay que reconocer que si bien seguir fielmente los indicadores de calidad preestablecidos nos garantiza la aceptación institucional, y de alguna manera la legitimidad social, también se corre el riesgo de que al intentar darle cumplimiento fiel y acrítico se favorezca la obsolescencia, además del mantenimiento de procesos que obstaculizan la innovación.
De ahí la necesidad de que la gestión institucional contemple una organización y modo de administración que garantice la calidad de acuerdo con los actuales criterios pero, a la vez, que respete y dé continuidad a las estructuras paralelas de aprendizaje que la modalidad propicia, favoreciendo la innovación educativa.
La innovación educativa, como se manifiesta en diversos documentos de la UDG Virtual, la entendemos como las transformaciones que se dan en la esencia de las prácticas de la educación institucional, es decir, en la transformación de las interacciones educativas, como son las relaciones entre los estudiantes; entre éstos y los docentes; de todos ellos con los contenidos de aprendizaje, así como con la instituciones y con los recursos y tecnologías para el aprendizaje.
Si la educación a distancia es por naturaleza innovadora, no la desnaturalicemos, no la atemos con camisas de fuerza que limiten su esencial modo de ser. Es alentador y muy probable que con la disposición y acciones que últimamente están tomando las Comisiones Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES), y luego tomarán las Comisiones para la Evaluación de la Educación Superior (COPAES) en México, para evaluar y acreditar los programas académicos a distancia apoyados en ambientes virtuales, muchos de los problemas mencionados sean superados y se avance significativamente en la calidad de la educación a distancia. Las CIEES en México han adaptado una guía metodológica para iniciar los trabajos de evaluación, y su consecuente acreditación, de programas académicos en modalidades no escolarizadas, siendo la licenciatura en Educación, que ofrece en línea la Universidad de Guadalajara, la primera que se somete a este proceso.
Asimismo, actualmente la UDG trabaja en un catálogo institucional de indicadores, donde se inscriben todas las modalidades educativas, entre ellas nuestro Sistema de Universidad Virtual; de manera que nuestros indicadores de calidad en educación a distancia deberán coincidir, en algunos aspectos, con los indicadores generales de la universidad, considerando, por otra parte, también nuestras particularidades. La observación de las prácticas, tendencias y propuestas con respecto a la evaluación de la educación a distancia nos permite decir que ésta se enfoca a:
1. El programa académico como cualquier otro y enseguida, por separado, la plataforma electrónica que lo soporta.
2. El programa académico como cualquier otro y luego la plataforma, para revisar si contempla los espacios, elementos y procesos que el modelo académico enuncia.
3. El programa académico, donde la plataforma es uno de sus elementos; en esa conjunción se analizan las peculiaridades de la educación a distancia y el aprovechamiento óptimo de las tecnologías para la información y la comunicación (TIC). Dicho de otra manera, aprovechar las TIC en la educación a distancia, para la gestión del conocimiento y el aprendizaje en ambientes virtuales.
A partir de las anteriores apreciaciones, al hablar de calidad en educación a distancia habría que tomar en cuenta al menos tres perspectivas:
a) desde la calidad que tiene como modalidad educativa el cumplimiento de lo que se espera de ella como tal;
b) como hecho educativo independientemente de su modalidad, y
c) lo que aporte como elemento de una estrategia amplia que comprenda diversas modalidades.
En concreto, esta presentación está centrada en la reflexión sobre los criterios que deben orientar el cuidado de la calidad de la educación a distancia, considerando: sus promesas y como consecuencia las expectativas que producen; su función como estrategia de una política educativa global; los procesos clave de esta modalidad; y los propósitos de asegurar la efectividad, pertinencia, consistencia, innovación y significatividad de la educación a distancia. Criterios que permitan identificar estándares para la calidad, organización, categorización e intercambio, no para la homogeneización.
Dichos criterios son, ante todo, mecanismos para acordar trabajos conjuntos, y para que quienes esperan algo de la educación encuentren respuesta a sus expectativas (véase figura 1).
Fuente: Moreno Castañeda Manuel (Agosto 2007) La calidad de la educación a distancia en ambientes virtuales, Año 7, núm. 6 (nueva época).