¿A quiénes hay que dar cuenta de la calidad?
Considero que hay que traer a esta disertación algunas preguntas clásicas que parecerán evidentes pero siempre son orientadoras, como ¿a quién o quiénes hay que dar cuenta de la calidad de la educación a distancia? Esta respuesta es clave, pues dependerá de las distintas expectativas de quienes tienen algo que ver con los programas de educación a distancia, esto es, a:
1. Los estudiantes y quienes los envían a estudiar.
2. Las personas que laboran en los programas de educación a distancia.
3. Las instituciones educativas.
4. Las agencias evaluadoras, certificadoras y acreditadoras.
5. Entidades financiadoras.
6. Los destinatarios de lo aprendido por los estudiantes, entre ellos los empleadores, los centros de trabajo en donde podrían aplicar sus conocimientos los estudiantes de estas modalidades.
7. La sociedad en general.
Enseguida, habría que preguntarnos ¿hasta dónde coinciden las expectativas de todos ellos? Y, en ese mismo sentido, ¿cuáles deben ser los criterios para apreciar la calidad, y los indicadores que nos den cuenta de ella, sin que por eso tengamos que desarrollar un instrumento para cada sujeto o entidad que requiera este conocimiento? Así pues, tenemos que trabajar en un modelo para la calidad de la educación a distancia cuya concepción y modos de instrumentación nos proporcionen la información oportuna, suficiente y pertinente para el mejoramiento permanente de los servicios educativos institucionales.
Desde luego que no todos los que esperan algo de la educación institucionalizada esperan un informe documentado; lo que esperan los principales destinatarios es que por lo aprendido mejoren sus condiciones de vida.
Fuente: Moreno Castañeda Manuel (Agosto 2007) La calidad de la educación a distancia en ambientes virtuales, Año 7, núm. 6 (nueva época).