Funciones de la evaluación del aprendizaje en la enseñanza tradicional y a distancia en línea
Tres son las funciones sustantivas de la evaluación del aprendizaje: diagnóstica, formativa y sumaria.
Diagnóstica
Esta función alude a la posibilidad que proporciona la evaluación de identificar el estado actual en el nivel de aprendizaje del alumno. Es muy útil sobre todo al inicio de un curso, para hacer ajustes si fuera necesario. En la enseñanza tradicional cabe la posibilidad de que los ajustes se realicen a lo largo del curso, cosa que es más difícil en la modalidad a distancia “en línea”, debido a que el curso se encuentra completamente conformado. En este caso la función diagnóstica es muy importante, con el fin de ubicar al alumno en el nivel que le corresponde.
Puede darse el caso tanto en la enseñanza presencial como en la que se realiza a distancia “en línea” de cursos que no ameritan requisitos. En ellos no importan los antecedentes de los estudiantes, por lo cual puede prescindirse de la función diagnóstica.
Formativa
Se desempeña a lo largo de todo el curso y su cometido es apoyar al alumno en su proceso de aprendizaje, al señalarle deficiencias y errores. En la enseñanza presencial es muy útil, aunque usualmente no se le usa en la proporción deseable, compensándola con las observaciones y aclaraciones que se hacen a los alumnos durante la clase. En la modalidad a distancia “en línea” resulta imprescindible. De hecho, gran parte de la enseñanza se realiza por medio de ella; es constante y debe ser suficiente, pertinente y estar muy bien diseñada para apoyar realmente el aprendizaje. Además la retroalimentación que se deriva de ella, ya sea en forma automática o por medio del tutor o asesor, tiene que ser oportuna, clara y adecuada a cada tipo de problema (Chacón, 1994 y Morgan y O´Reilly, 1999).
La evaluación formativa es sustantiva para el aprendizaje a distancia “en línea”, sin ella, éste difícilmente se lograría.
Sumaria
Se desempeña casi siempre al final del curso con el fin de darle una calificación al aprendizaje alcanzado. Su importancia es la misma para ambas formas de enseñanza, presencial y a distancia “en línea” (Chacón, 1994). Una de las diferencias que existen entre ellas es que en la presencial se pueden solicitar al alumno tareas que no es posible hacerlas cuando la enseñanza está mediada por la computadora, como es el caso de la ejecución de actividades que ameritan de la observación directa del evaluador. Aunque lo mismo puede suceder cuando se desempeñan las dos funciones anteriores, sin embargo, es más común que tal situación se presente al final del curso.
Dentro de los estándares que pueden usarse para evaluar un curso a distancia, en la parte correspondiente a la evaluación del aprendizaje, no debiera faltar la consideración minuciosa acerca del desempeño adecuado de las tres funciones aludidas.
Fuente: Quesada Castillo, R. (2006, Septiembre). Evaluación del aprendizaje en la educación a distancia “en línea”. RED. Revista de Educación a Distancia, número M6 (Número especial dedicado a la evaluación en entornos virtuales de aprendizaje) Consultado (11/05/2014) en http://www.um.es/ead/red/M6