Ventajas del proyecto Tuning

De la elección de las competencias como puntos dinámicos de referencia.

a)   Fomenta la transparencia en los perfiles profesionales y académicos de las titulaciones y programas de estudio y favorece un énfasis cada vez mayor en los resultados.

En la reflexión sobre los perfiles académicos y profesionales, las competencias emergen como un principio orientador para la selección de la clase de conocimientos que pueden ser apropiados para objetivos específicos. Este principio tiene una capacidad inherente para escoger, dentro de una amplia gama de posibilidades, lo que puede ser adecuado.

El énfasis en que los estudiantes adquieran más competencias determinadas puede afectar positivamente la transparencia en la definición de los objetivos fijados para un programa educativo específico. Este cambio se refleja en la evaluación del trabajo y las actividades relacionadas con el avance del estudiante hacia el logro de los perfiles académicos y profesionales definidos con anterioridad.

La definición de perfiles académicos y profesionales para conceder una titulación está íntimamente ligada a la identificación y desarrollo de competencias y destrezas y a las decisiones sobre la forma como el estudiante debe adquirirlas en un programa de estudios. Para lograr esta meta, no es suficiente el trabajo de académicos aislados.

La transparencia y la calidad de los perfiles académicos y profesionales son importantes ventajas cuando se trata de la posibilidad de acceder al mundo del trabajo y al ejercicio responsable de la ciudadanía; el acrecentamiento de la calidad y la consistencia como esfuerzo conjunto debe ser prioritario para las instituciones europeas. La definición de perfiles académicos y profesionales y el desarrollo de las áreas de competencias requeridas, refuerzan la calidad en términos de enfoque y transparencia, objetivos, procesos y resultados.

b)  Desarrollo del nuevo paradigma de educación primordialmente centrada en el estudiante y la necesidad de encauzarse hacia la gestión del conocimiento.

Los elementos para el cambio de dicho paradigma incluyen: una educación más centrada en el estudiante, una transformación del papel del educador, una nueva definición de objetivos, un cambio en el enfoque de las actividades educativas, un desplazamiento del énfasis en los suministros de conocimientos (input) a los resultados (output) y un cambio en la organización del aprendizaje.

El interés en el desarrollo de competencias en los programas educativos concuerda con un enfoque de la educación centrado primordialmente en el estudiante y en su capacidad de aprender, que exige más protagonismo y cotas más altas de compromiso puesto que es el estudiante quien debe desarrollar la capacidad de manejar información original.

c)  Las demandas crecientes de una sociedad de aprendizaje permanente y de una mayor flexibilidad en la organización del aprendizaje

La «sociedad del conocimiento» es también la «sociedad del aprendizaje », Esta idea sitúa inmediatamente la educación en un contexto más amplio: el proceso ininterrumpido de aprendizaje permanente, donde la persona necesita ser capaz de manejar el conocimiento, ponerlo al día, seleccionar lo que es apropiado para un determinado contexto, aprender continuamente, comprender lo aprendido de tal manera que pueda adaptarse a situaciones nuevas y cambiantes.

d)  Se tienen en cuenta la búsqueda de mayores niveles de empleabilidad y de ciudadanía

La reflexión sobre la relación entre competencias y empleo es muy antigua. La búsqueda de una mejor manera de predecir un desempeño productivo en el lugar de trabajo más allá de las medidas de inteligencia, personalidad y conocimientos, se considera a menudo como el punto de partida de la reflexión sobre competencias.

Este énfasis en el desempeño en el trabajo continúa siendo de vital importancia. Pero el empleo es un elemento importante.

La consideración de educación para el empleo tiene que marchar paralela a una educación para la responsabilidad como ciudadano, es decir, la obligación de desarrollarse como persona y ser capaz de asumir responsabilidades sociales.

e)  Un impulso a la dimensión europea de la educación superior

Al crearse el Espacio Europeo de Educación Superior, la consideración conjunta de competencias y conocimientos por las universidades europeas contribuirá al desarrollo de titulaciones comparables y de fácil lectura y de un sistema basado esencialmente en dos ciclos principales.

Es más, el debate conjunto sobre el núcleo de las competencias y la articulación de niveles y programas por redes europeas puede enriquecer claramente esta dimensión europea de la educación superior.

f)  El suministro de un lenguaje más adecuado para el intercambio y el diálogo con los interesados

El cambio y variedad de contextos exige una investigación constante de las demandas sociales para la elaboración de los perfiles académicos y profesionales. El lenguaje de las competencias, puesto que viene de fuera de la academia, podría considerarse más adecuado para el intercambio y el diálogo con grupos que no están directamente involucrados en la vida académica pero que pueden contribuir a la reflexión necesaria para el desarrollo de nuevas titulaciones y a la creación de un sistema permanente para mantener al día los ya existentes.

En el proyecto Tuning, la necesidad de consulta social respondió a:

  • El deseo de iniciar el diálogo conjunto a nivel europeo en el campo de las competencias y destrezas, mediante la consulta a grupos fuera del ámbito académico (graduados y empleadores) así como también, desde una perspectiva más amplia, a otros grupos relacionados con el mundo académico (aparte de los representantes de Tuning, de cada una de las áreas de estudios involucradas).
  • El intento de recoger información actualizada para reflexionar sobre las posibles tendencias y el grado de variedad y cambio en toda Europa.
  • La importancia de enfocar la reflexión y el debate a tres niveles diferentes: el nivel institucional (básico para que otros puedan tener lugar), el nivel de área temática (un punto de referencia para las instituciones de educación superior) y el nivel del conjunto de las instituciones participantes (un segundo punto de referencia relativo a la situación a nivel europeo). La consulta trató sobre competencias y destrezas genéricas y específicas a cada disciplina.

Se seleccionaron treinta competencias genéricas derivadas de tres categorías:

  • instrumentales,
  • interpersonales y
  • sistémicas.

Se pidió a los encuestados que evaluasen la importancia y el nivel de logro en cada competencia por titulaciones de cada área temática y también que clasificasen las cinco competencias más importantes. El cuestionario para los académicos se basó en las 17 competencias que los graduados y los empleadores consideraron como las más importantes.

Para cada una de las competencias se pidió a los encuestados que indicasen la importancia de la destreza o competencia para trabajar en su profesión y el nivel de realización en la ejecución de la destreza o competencia que habían logrado como resultado de haber completado su programa de estudios profesionales. Con seleccionar sólo tres aspectos, podemos sacar algunas conclusiones:

Con respecto a la importancia, estos dos grupos consideran que las competencias más importantes a desarrollar son:

  • la capacidad de análisis y síntesis;
  • la capacidad de aprender;
  • la habilidad para resolver problemas;
  • la capacidad de aplicar el conocimiento;
  • la capacidad de adaptarse a situaciones nuevas;
  • la preocupación por la calidad;
  • las destrezas para manejar la información y la capacidad de trabajar autónomamente y en grupo.

Con respecto a la realización, los puntos que aparecen más altos en la escala, en opinión de los graduados, son:

  • la capacidad de aprender;
  • los conocimientos generales básicos;
  • la capacidad de trabajar autónomamente;
  • la capacidad para el análisis y la síntesis;
  • las destrezas para manejar la información;
  • las destrezas de investigación;
  • la habilidad para solucionar problemas;
  • la preocupación por la calidad y la voluntad de tener éxito.

Las competencias que se señalan en el lado opuesto inferior de la escala son:

  • la capacidad de liderazgo;
  • la comprensión de las costumbres y culturas de otros países;
  • el conocimiento de un segundo idioma;
  • la habilidad para comunicarse con expertos de otros campos; la capacidad de trabajar en un contexto internacional y la habilidad de trabajar con un equipo interdisciplinario. También tienen un contexto: el objetivo por el cual se han realizado y que responde al deseo de encontrar para las competencias genéricas un referente empírico y social.

Pero es a nivel de las competencias específicas para cada área de estudio, sin embargo, que el proyecto Tuning hace tal vez su mayor contribución, puesto que tales competencias son cruciales para la identificación de las titulaciones, para establecer comparaciones y para la definición de ciclos de primero y segundo nivel.