Masaje de pies

El masaje de los pies es el ejercicio más grato y reconfortante. La planta del pie contiene una serie de terminaciones nerviosas provenientes de casi todos los órganos del cuerpo, por eso el masaje de los pies ayuda a la salud general.

– Comience el masaje frotando el pie a todo lo largo para familiarizarse con él. Tome el pie entre sus manos y frote firmemente desde los dedos hacia la pierna. Cuando alcance el tobillo, friccione a su alrededor y regrese a los dedos con un frotamiento suave. Este primer ejercicio le dará calor al pie, preparándolo para los movimientos siguientes.
– Abra el pie con sus manos, con los pulgares colocados a la altura de la base de los dedos. Friccione el pie con ellos en dirección hacia la pierna, girando a los lados para retornar deslizándose con suavidad.
– Repita el ejercicio anterior pero trabajando alternadamente. Un pulgar fricciona hacia delante mientras el otro se desliza suavemente hacia los dedos. El movimiento puede ser un poco más largo que el anterior, alcanzando casi el tobillo.
– Friccione cada surco entre los tendones, con un pulgar siguiendo al otro, siempre en dirección al tobillo.
– Abrace toda el área de los dedos formando una especie de sándwich, y rote sus manos. Tome un dedo apretándolo con suavidad y gírelo sobre su eje, luego rótelo ampliamente y finalice jalándolo ligeramente.  Repita la secuencia en cada uno de los dedos.
– Tome el dedo gordo del pie con la mano izquierda y masajee con fuerza. Oprima la base del dedo y presione describiendo círculos pequeñísimos. Tome todos los dedos del pie con una mano y muy suavemente estírelos hacia atrás.

Masaje de los pies

– Tome el pie entre sus manos y con un pulgar sobre el otro, presione firmemente la planta. Trabaje toda el área y en especial la línea central y la pelota del pie.
– Coloque una mano sobre el pie y frote firmemente el arco principal usando la base de la mano, la cual debe seguir el contorno del pie. Luego masajee la pelota, el arco y finalice en el talón, siempre presionando fuertemente, y regrese deslizando con suavidad.
– Tomando el pie de igual forma que en el ejercicio anterior, cierre ligeramente la mano y masaje en toda la planta con los nudillos de la zona media de sus dedos. Ondule sus dedos para lograr el efecto de rizo.
– Con la yema de los dedos aplique presión circular alrededor de toda al área del tobillo, colocando una mano a cada lado del pie. Use los dedos medio y anular a los lados y atrás del tobillo, y los pulgares para friccionar la zona frontal.
– Sujete con una mano el área de los tobillos y con la otra flexione el pie hacia arriba y hacia abajo, lentamente, manteniendo unos segundos en cada extremo del movimiento. Haga lo mismo hacia los lados, y finalice rotando el pie en ambos sentidos.
– Finalice el masaje tomando el pie con ambas manos, una sujetando el tobillo y la otra descansando en el empeine y jale suavemente hacia usted sin levantar la pierna.

Fuente: Basado en el manual de estética y cosmetología de Nellys Gil de Zalaya