Las estrategias de resolución de problemas
Las normas de proceder en la resolución de problemas como estrategia para aprender a pensar y desarrollar habilidades cognitivas son muchas. La mayor parte de los autores que hemos consultado hacen referencia a las cinco fases clásicas para estructurar la estrategia:
- Identificación del problema.
- Definición y representación del problema.
- Exploración de análisis alternativos.
- Actuación conforme a un plan.
- Logros. Evaluación de los resultados.
Martínez Aznar y su equipo del Departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales de la Universidad Complutense han demostrado que en alumnos de Bachillerato la aplicación de una metodología investigativa de resolución de problemas produce un cambio conceptual coherente y duradero. El desarrollo de las destrezas de resolución de problemas como la definición clara de los términos de los mismos es una fase muy importante. Una buena secuencia en estas estrategias puede ser el comenzar estimulando hacia una actitud abierta y flexible ante situaciones problemáticas.
Una segunda puede ser contemplar diversas soluciones o alternativas. Normalmente todos los problemas son poliédricos y, por tanto, admiten diversas interpretaciones. En esta línea hay que progresar en las formas de ver una situación, concebir ideas originales y ser consciente de las dificultades que se pueden encontrar. Aplazamientos de decisiones, discusiones, lluvia de ideas, etc., pueden ayudar en el proceso.
No pocas veces y en diversidad de situaciones como es el estudio, exámenes, oposiciones, concursos, etc., no se resuelven los problemas satisfactoriamente por falta de estrategia.
Resumiendo y de forma esquemática, digamos que es importante seguir las fases:
- Comprender el enunciado, los términos y los conceptos.
- Comprender el problema (orígenes, desarrollo, consecuencias).
- Buscar posibles vías de solución.
- Elegir, de una en una, estas vías de solución para desechar las no pertinentes.
- Revisar el proceso seguido para eliminar dificultades.
- Resolver primero los problemas más sencillos o parte de los mismos.
- Proceder de forma secuenciada de lo más sencillo a lo más difícil.
Fuente: Libro de Estrategias innovadoras para una enseñanza de calidad, autor Ma. Luisa Sevillano García, editorial Pearson.