Funciones Activas del modelo de Hidalgo
Evaluación de la competitividad y del potencial tecnológico propio
- Constituye el primer paso para que la empresa pueda afrontar nuevas estrategias de desarrollo y se basa en analizar su capacidad para movilizar sus recursos tecnológicos hacia las necesidades del mercado teniendo en cuenta a sus principales competidores.
- El diseño de la estrategia tecnológica a seguir por la empresa debe partir de la identificación de las tecnologías críticas o clave que domina y de la solidez de este dominio.
- La solidez del dominio de estas tecnologías críticas estará relacionada con el número de expertos que posea la empresa y con el nivel de dependencia del exterior para el manejo y gestión de las mismas.
- La auditoria tecnológica, herramienta que sirve de apoyo a esta función, permite identificar y categorizar la base tecnológica de la organización, con el propósito de determinar qué tan competitiva es la plataforma tecnológica de la misma.
A través de esta herramienta se debe recoger la siguiente información:
- los productos desarrollados y los procesos existentes;
- los sistemas de información existentes; la trayectoria tecnológica de la empresa y de los competidores;
- los sistemas de protección de la propiedad industrial aplicados;
- la cartera de proyectos más significativos; las compras y ventas de tecnología en los últimos años (patentes, licencias de fabricación, asistencia técnica, formación, etc.);
- los recursos humanos disponibles y su organización;
- las capacidades certificadas por organismos o instituciones oficiales
- los equipos específicos utilizados (infraestructura tecnológica).
Especificación y diseño de la estrategia tecnológica
La estrategia tecnológica tiene una posición clave, debido a que repercute en todas las funciones de operación y administración, tales como: compras, mercadeo, producción, finanzas, recursos humanos, sistemas de información, afectando la posición competitiva de la organización.
La estrategia tecnológica debe hacer explicitas las opciones tecnológicas de la empresa, y su éxito o fracaso estará basado en la identificación de oportunidades y en la concentración de recursos en aquellas áreas tecnológicas en las que posea mejores capacidades internas y que les permita alcanzar con rapidez la fase de comercialización.
La estrategia tecnológica debe exponer con claridad las siguientes decisiones:
- El grado de riesgo implícito que varía desde la aplicación o mejora de tecnologías existentes hasta el desarrollo de otras completamente nuevas.
- El grado de intensidad en el esfuerzo tecnológico, que puede variar desde una investigación exploratoria hasta la completa aplicación industrial.
- La distribución del presupuesto destinado a la tecnología entre las diversas opciones elegidas.
- El diseño de la estrategia tecnológica debe basarse en un período de reflexión a partir de las respuestas a un conjunto de preguntas que se pueden englobar en dos grupos. Por un lado, las propiamente relacionadas con la tecnología, tales como: ¿en qué estado se encuentran las tecnologías que se dominan?, ¿qué alternativas tecnológicas se perciben? o ¿qué tecnologías están desarrollando los competidores?. Por otro lado, el conjunto de preguntas que están más relacionadas con la operatividad de la empresa, como: ¿cuáles son las fortalezas y debilidades? o ¿en qué negocios se debe competir en el futuro?.
Incremento o enriquecimiento del potencial tecnológico
Una estrategia óptima dirigida a enriquecer el patrimonio tecnológico debe basarse en examinar las posibilidades externas antes de decidirse por realizar el desarrollo internamente, pues se trata de ahorrar tiempo y esfuerzos tratando de no inventar de forma propia lo que ya han inventado otros.
Incluso algunas empresas pueden sobrevivir sin capacidad de generar tecnología internamente, pero necesita tener una red bien equipada de contactos externos que puedan proporcionársela, además de disponer de la capacidad necesaria para utilizar de forma eficaz la tecnología adquirida. En este caso se requieren ciertas habilidades a la hora de seleccionar y transferir tecnología desde fuera de la empresa, ya que no se trata de una mera transacción de compra.
Al ser crítica la elección de los recursos tecnológicos externos, es indispensable:
- Identificar las organizaciones más apropiadas (complementariedad estratégica).
- Considerar todas las influencias de la competencia (¿trabajan los potenciales socios directamente con los propios competidores?, ¿podría ser esto un problema?).
- Decidir cómo se van a gestionar las relaciones de trabajo.
- Decidir cómo se van a asignar los derechos de propiedad industrial.
- Decidir cómo se van a gestionar las posibles oportunidades de innovación.
En el caso de que se opte por la adquisición de tecnología disponible directamente a un tercero, hay que tener en cuenta que en cualquier caso será necesaria una adaptación de ella al contexto y a las necesidades de la empresa.
Implantación de las fases de desarrollo del nuevo producto
Dentro del proceso de gestión de la tecnología, desempeña un papel relevante la implantación y desarrollo de las actividades necesarias para que el nuevo producto alcance el mercado.
Si esta interacción no se produce, pueden presentarse problemas en el proceso de desarrollo global y conducir a proyectos que no satisfagan las necesidades reales de los clientes.
Ventaja
Identifica y resuelve los conflictos de forma rápida, lo que permite frenar la acumulación de problemas, alcanzar soluciones de forma cooperativa y conseguir un aprendizaje mutuo que redundará en futuros proyectos.