Procedimiento en la colocación de un implante inmediato

Lazzara y Becker describieron el implante inmediato como el proceso mediante el cual se inserta una fijación en la misma intervención quirúrgica de la exodoncia del diente que se va a sustituir. El defecto que quedaba, como consecuencia de la discrepancia entre los diámetros del implante y la raíz dental, se cubría con una membrana no reabsorbible, favoreciendo el crecimiento de hueso nuevo, según los principios de la regeneración guiada de tejidos.

Estudios en perros y primates han demostrado que la extracción dental planeada con la colocación simultánea de implantes en el alvéolo remanente puede osteointegrarse evidenciando hueso bien adaptado a la superficie y sin presentar movilidad clínica. Otros estudios en mandíbulas de perros han utilizado membranas reabsorbibles para favorecer a la formación de hueso alrededor de los implantes inmediatos. Estos resultados también se han confirmado clínicamente en estudios sobre pacientes, estableciéndose los porcentajes de éxito en el 92.7% y en el 98%, en trabajos posteriores.

La zona más habitual para colocar implantes inmediatos a la extracción son las zonas anteriores (primeros premolares, caninos e incisivos) maxilares y mandibulares. Cuando el diámetro de la raíz es menor que el del implante, no se producirán defectos de la cresta ósea alveolar tras colocar la fijación. Esto sucede cuando se extrae un diente con gran pérdida de hueso periodontal, que está sujeto por menos de una tercera parte de la raíz en el hueso remanente.

En ocasiones, se produce un defecto crestal vestibular después de la colocación de los implantes. Si el defecto óseo es pequeño, menor de 4 mm, puede ser obliterado con material de relleno óseo exclusivamente; si el defecto es mayor debe plantearse una regeneración hística guiada con membrana no reabsorbible y material de relleno óseo autógeno o material de sustitución ósea.

En la zona posterior mandibular, el paquete vasculonervioso alveolar inferior a menudo se encuentra muy cerca de los ápices de premolares y molares, y las raíces de los molares suelen ser grandes, pudiendo impedir una adecuada fijación primaria del implante. Esta dificultad se resuelve utilizando un implante de diámetro mayor. Los defectos importantes requerirán regeneración ósea. En la zona posterior maxilar se prefiere para la colocación de la fijación la raíz palatina, a que las vestibulares están cubiertas por una fina capa ósea. La angulación correcta previene los problemas protésicos y permite un perfil de emergencia adecuado.

Actualmente se está utilizando la técnica de cierre del alvéolo mediante colgajos de rotación palatina en los implantes inmediatos. La cirugía sellante de éste consiste en, tras colocar un implante inmediato, rellenar los espacios libres con material de injerto óseo y sellado del alvéolo con un injerto que contenga epitelio y tejido conjuntivo o bien diversos autoinjertos de este tejido o de tejido gingival.

Fuente: Implantología oral, autor Miguel Peñarrocha Diago