Personalidad en el plan de tratamiento
La odontología estética eficaz precisa características que van más allá de la capacidad de diagnosticar, corregir irregularidades funcionales y patológicas, cada paciente es un individuo con un problema o preocupación individual y debe evaluarse según su personalidad mientras se establece el diagnostico problema/solución.
El odontólogo capaz de dominar el arte de comprender la personalidad y como relacionarse con cada tipo conseguirá una mayor aceptación de los planes del tratamiento. Levin identifica cuatro tipos de personalidad y sugiere la respuesta adecuada a cada uno de ellos. Son las siguientes:
- Impulsivo. Persona decidida, se centra en los resultados, decide rápidamente orientada a ahorrar tiempo, muy organizada, le gustan los detalles resumidos, personalidad típica de hombre de negocios, asertiva, no le gustan las charlas. Responda a esta personalidad de forma rápida y maximice el uso del tiempo de la visita.
- Expresivo. Le gusta pasar un buen rato, social, le gusta sentirse bien, muy emotiva, toma las decisiones con rapidez, no le gustan los detalles o el papeleo, a menudo es desorganizada e irresponsable, le gusta compartir su vida personal. Responda a esta personalidad discutiendo los beneficios del tratamiento con fotografías e historias, dedíquele una pequeña charla y parezca animado.
- Amigable. Se siente atraído por las personas con intereses similares, apenas reacciona a la presión o a la motivación, emocional, lenta a la hora de tomar decisiones, teme las consecuencias, lenta en los cambios, mas seguidora que líder. Trate a esa personalidad presentando la información a lo largo de diversas citas.
- Analítico. Necesita detalles e información ilimitados, mente técnica, muy excitable y emotiva. Es la personalidad a la que más cuesta decidirse. Trátela aportando información adicional en forma de material objetivo y escrito cuando sugiera un tipo de tratamiento.
El odontólogo y el personal de la clínica deberían dominar la identificación de estos cuatro tipos de personalidad. Comprenderlos y saber cómo relacionarse con ellos favorecerá la relación odontólogo- paciente, así como la relación odontólogo- personal auxiliar. Las habilidades interpersonales son tan importantes como las habilidades técnicas. Como dice Levin, “después de todo, no somos solo técnicos; para la población, somos profesionales de la salud.”básicamente es necesaria una relación personal y comunicativa entre profesional y paciente.
El tratamiento estético presta atención al trastorno y a la función; también debe atender a la actitud del paciente. Esta actitud refleja la autoimagen del paciente, que es la suma del aspecto, la personalidad y la posición social, así como las relaciones con la familia, los amigos, y los socios o conocidos.
Fuente: Libro de Odontología estética por Ronald E. Goldstein, volumen 1.