Aire comprimido
A medida que aumenta el número de salas operatorias en un consultorio, se incrementa el consumo de aire comprimido porque además de la turbina, el micromotor y la jeringa de aire, los equipos dentales suelen incluir aditamentos que funcionan con aire comprimido, como los aspiradores por sistema Venturi. También existen aparatos de aire abrasivo para las preparaciones dentarias, que consumen mucho aire. Por lo tanto, la producción y la transmisión del aire comprimido constituyen un problema serio que debe ser evaluado en toda su magnitud. El compresor tiene que ser potente y silencioso.
Otro factor importante es la ubicación de la unidad de aire comprimido, que debe determinarse sin olvidar que se trata de un equipo que produce mucho ruido. El consultorio dental es un ambiente con gran contaminación sonora aunque la mayor parte de los niveles auditivos estén por debajo de los 85 decibeles, el límite de salud para el oído humano.
En la producción de aire se deben tener en cuenta el volumen caudal que se consume por minuto y la presión en kilogramos por centímetro cuadrado. Si un odontólogo trabaja en un consultorio con una sola unidad dental y con un compresor que satisface bien sus necesidades decide mudarse e incorporar más unidades operatorias a su nuevo consultorio, a medida que lo haga deberá duplicar, triplicar o cuadruplicar la capacidad de producción de aire del compresor, no solo en presión de aire sino también en caudal, es decir, en litros de aire por minuto. Se debe hacer hincapié en este punto porque no todos los instaladores de equipos ni todos los vendedores conocen bien este problema y confunden caudal con presión.
La distribución del aire comprimido requiere un razonamiento similar al de la distribución del agua corriente: cañería inicial de gran tamaño que se va ramificando en cañerías de menor diámetro para alimentar las unidades operatorias; llaves de paso para poder aislar cada una de las salas operatorias en caso de necesidad, para reparaciones o nuevas instalaciones; filtros de aire para retener humedad y partículas que puedan dañar las turbinas o los micromotores y reguladores de presión de aire en cada una de las unidades dentales.
Se debe recordar que el compresor generador de aire prácticamente es el sostén del consultorio, de modo que es necesario someterlo a controles periódicos continuos para evitar sorpresas desagradables y pérdida de horas de trabajo.
Fuente: Libro de Operatoria Dental Barrancos Mooney 4ta edición.