Aplicación de la alta tecnología en el consultorio odontológico
La tecnología disponible hoy en día en materia de equipamiento de un consultorio permite brindar al paciente los tratamientos más adecuados que ofrece la odontología moderna y ayuda al profesional en su educación y tareas de investigación, Esta será una cualidad extra para destacarse de los demás y contribuirá al éxito de un consultorio odontológico complementando las habilidades del odontólogo y de su personal. Al integrar la tecnología a su flujo de trabajo, el profesional logrará concentrarse mejor en brindar salud al paciente, su principal objetivo.
Aun así muchos profesionales se preguntarán si deben informatizar su consultorio o si deben adquirir dispositivos modernos. Sin duda el acceso a la tecnología no es barato y se debe elegir en primer lugar el dispositivo que mejor sirve a las necesidades individuales, sin olvidar nunca la ecuación «precio/rendimiento«. Algunos profesionales encontrarán beneficios inmediatos al adquirir un láser otros le sacarán provecho a los sistemas de imágenes digitales.
Microscopía clínica en el consultorio odontológico
Una alternativa interesante que ha surgido en los últimos años dentro de la odontología es la incorporación del microscopio a la práctica odontológica diaria. Su adaptación a las necesidades odontológicas de todos los días y su integración como parte vital y permanente del consultorio han representado un gran avance en el campo de la microscopía. Obviamente la principal ventaja de esta alternativa es el gran aumento visual que se obtiene con los procedimientos llevados a cabo en la práctica diaria debido a sus lentes más potentes y a una muy buena calidad de iluminación.
Utilizado inicialmente en cirugía, endodoncia y periodoncia, hoy el microscopio se emplea en todas las especialidades odontológicas porque permite elevar el estándar de las prestaciones y el nivel del tratamiento. Además posibilita nuevas formas de terapia porque facilita el trabajo en áreas interproximales o difíciles de visualizar, la reparación y la evaluación minuciosas de restauraciones antiguas y el tratamiento mínimamente invasivo.
Más allá de las variables que pueda presentar el microscopio clínico, existen bases comunes a todos sus tipos: fijación estable, longitud de brazo suficiente para cubrir la distancia existente desde la fijación hasta el campo operatorio, fácil maniobrabilidad, buen balance del brazo, eliminación de microtemblores, oculares inclinables, buenas lentes, aumentos múltiples, foco fino, iluminación coaxial y posibilidad de agregar filtros para luz de unidades de fotopolimerización prematura.
La estabilidad del microscopio es muy importante para evitar micromovimientos que perjudiquen la imagen. La instalación en la pared es recomendable en caso de paredes muy estables y libres de cualquier movimiento (puertas, ventanas, etc) mientras que los microscopios de piso son muy pesados y con sostenes que ocupan un espacio excesivo. La instalación debe ser de tal que, una vez sentado correctamente, el operador pueda colocar el microscopio a una altura que le permita mantener una posición ideal y lograr una visión cómoda a traves de las lentes sin grandes esfuerzos. El odontólogo debe mantener su postura ergonómica simplemente ajustando los oculares.
Para el profesional que desee documentar sus casos clínicos, existen microscopios que poseen la opción de agregar cámaras fotográficas digitales y de 35 mm, de video e impresoras.
Fuente: Libro de Operatoria Dental Barrancos Mooney 4ta edición.