Elementos de composición a color

El primer paso para aprender a crear una instantánea consiste en comprender cuáles son los elementos básicos que conforman toda fotografía. Forma, volumen y color pueden encontrarse en cualquier lugar hacia donde dirijamos la cámara, desde un bodegón hasta un atleta en el estadio. Sin embargo, por lo general podemos acentuar sólo uno de estos elementos cada vez.

De entre todos los aspectos básicos, el color es el que crea la mayor –y más inmediata- respuesta emocional. Todo el mundo siente preferencia por ciertos colores, y a todos nos desagradan ciertas combinaciones. Por otro lado, algunos colores atraen por sí mismos la atención más que otros. Los colores primarios, y el rojo en particular, conducen inmediatamente la vista hacia la parte de la escena donde se hallan presentes.

El fotógrafo puede utilizar esta propiedad del color para crear interesantes composiciones en el estudio. Una pequeña pincelada de rojo en el encuadre atraerá inmediatamente la atención, incluso aunque el resto de la escena esté compuesta por tonos menos intensos. Igual que un rotulador fosforescente en una página impresa, los colores contribuyen a resaltar determinados elementos en una fotografía.

En exteriores, la elección del sujeto está más limitada. A pesar de ello, nos podemos fijar en colores intensos –como una amapola en un campo de trigo- y aislarlos con el objetivo para crear temas interesantes con los que trabajar.

Al igual que los tonos rojos, los amarillos y los verdes brillantes también crean efectos similares, en especial si se presentan contra fondos de tonalidad neutra. Otros colores brillantes pueden asimismo funcionar en este sentido, sobre todo cuando se encuentran en materiales fabricados por el hombre. Un recipiente de plástico púrpura o un vestido de color rosa pueden dominar una fotografía si se capta de forma adecuada.

Para acentuar el color podemos emplear luz directa siempre que la fuente de iluminación (por ejemplo una ventana) esté colocada ligeramente hacia un lado o detrás de la cámara. Esta disposición frontal muestra mejor los colores que una iluminación lateral o a contraluz (aunque el contraluz resulta esencial cuando se desea mostrar el color de sujetos traslúcidos) . Del mismo modo, una subexposición ligera también aumentará la saturación del color.

Algunas veces resulta útil invertir este efecto. Imaginemos que vamos a fotografiar una caja de manzanas rojas. La piel escarlata de las manzanas domina la composición, de modo que la importancia de la fruta se ve disminuida. Sin embargo, si reemplazamos una sola de las manzanas rojas por una verde o amarilla, ésta se convertirá inmediatamente en el centro de la atención. En este ejemplo es la yuxtaposición lo que da la fuerza a la fotografía.

Fuente: Apunte Laboratorio de Fotografía a Color de la U de Londres