Por qué de las diferentes técnicas en fotografía a color

Controlar la exposición significa regular la cantidad de luz que llega al negativo. Para conseguirlo, el obturador debe abrirse por un periodo de tiempo que viene determinado por la velocidad de exposición seleccionada. Se puede variar tanto el tamaño del agujero por el que entra la luz como la cantidad de tiempo que ha de estar, éste, abierto. Dada una exposición, cuando mayor sea el tiempo, menor será ser la abertura y viceversa.

Los puntos de diafragma –abertura se corresponde proporcionalmente con el avance de los tiempos de exposición. Por ejemplo, una velocidad de 1/500 de segundo y un número f4 serán equivalentes a 1/250 de f5.6 o 1/15 de segundo y f22. Si, en lugar de aceptar los automatismos de exposición de su cámara, entiende las bases de esta relación tiempo-abertura, será capaz de congelar o potenciar el movimiento, y escoger el nivel de profundidad de campo a voluntad.

Aunque la cámara ajusta habitualmente una exposición “correcta”, en ocasiones es necesario tomar el control para asegurar el efecto que se persigue.

Los sistemas de medición incorporados en las cámaras se han sofisticado enormemente en pocos años, y hoy es posible tomar fotografías bien expuestas sin preocuparse siquiera de la abertura y la velocidad. El inconveniente es que el fotómetro, por muy sofisticado que sea, no puede saber el tipo de fotografía que deseamos hacer.

Los dos factores fundamentales de la exposición son la abertura del diafragma y el tiempo que permanece abierto el obturador. Pero además de controlar la cantidad de luz que llega a la película, estos dos sistemas tienen otros efectos sobre la imagen. Por ejemplo, es posible registrar el movimiento de un sujeto ajustando una velocidad de obturación más lenta de lo habitual. Por otro lado, cualquier cambio de abertura en el diafragma afecta a la profundidad de campo. Sólo el fotógrafo puede decidir cómo equilibrar estas dos variables.

Incluso la lectura de la luz tomada por el fotómetro puede diferir con respecto a nuestra interpretación de la escena. La cámara puede decidir que un contraluz necesita más claridad en el primer plano, a pesar de que el fotógrafo pueda preferir una exposición más breve para asegurarse de que el sujeto quede en silueta.

Fuente: Apunte Laboratorio de Fotografía a Color de la U de Londres