Vincent Van Gogh
Vincent van Gogh nació el 30 de marzo de 1853, en Groot-Zundert, un pueblo del sur de Holanda, en la provincia de Brabante Septentrional. Era el mayor de los hijos del pastor protestante Theodorus van Gogh (1822-1885) y Anna Cornelia Carbentus (1819-1907). A los 16 años comenzó a trabajar en la galería que los marchantes franceses Goupil & Co. tenían en La Haya y de la que su tío Vincent era socio. Su hermano Theo, nacido el 1 de mayo de 1857, también trabajó para ellos.
Van Gogh perdió su puesto en Goupil a comienzos de 1876. Posteriormente ejerció como ayudante de profesor en Inglaterra; pero la falta de perspectivas de futuro le llevó a regresar a Holanda a finales del mismo año. Entonces decidió seguir los pasos de su padre y convertirse en clérigo. Tras un breve período formativo como predicador, Van Gogh se instaló en el Borinage, región minera del sur de Bélgica. Ejerció hasta 1879, año en que no se renovó su nombramiento.
Cuando Van Gogh decidió dedicarse a pintar, ni siquiera él era consciente de su talento extraordinario. El aprendiz torpe y persistente no tardó en convertirse en un maestro dotado de originalidad. Demostró una habilidad excepcional con los efectos cromáticos vivos y armoniosos y en la elección de composiciones sencillas pero memorables.
Al comenzar su trayectoria artística, Van Gogh vivía en el hogar paterno de Etten
(Brabante Septentrional), donde se propuso aprender a dibujar. A finales de 1881 se trasladó a La Haya y siguió concentrándose en el dibujo. A finales de 1883, tras una breve estancia en la provincia de Drenthe, regresó con sus padres, entonces residentes en Nuenen (cerca de Eindhoven). Aquí comenzó a pintar con regularidad, siguiendo el modelo del francés Jean – Francois Millet (1814 – 1875), cuyas escenas de la dura vida campesina habían causado sensación en Europa.
Van Gogh pasó dos años en la campiña de Brabante antes de trasladarse a Amberes, a finales de 1885. Durante un breve período fue estudiante en la academia de arte. A principios de 1886 se instaló con su hermano Theo en París, donde entró en contacto con el arte de la época: el Impresionismo y el Postimpresionismo. Descubrió que los colores oscuros que había desarrollado en
Holanda estaban totalmente pasados de moda y, al cabo de dos años, alcanzó el notable logro de dominar el estilo moderno.
A comienzos de 1888, ya en su madurez artística, Van Gogh viajó a Provenza; en Arlés empezó a sentirse afianzado como pintor y se propuso aportar su contribución personal al arte moderno con sus atrevidas combinaciones de color.
Pero, sin acabar el año, su optimismo se vino abajo con los primeros síntomas de la enfermedad que le aquejaba, una especie de epilepsia que se manifestaba en forma de delirios y ataques psicóticos. Durante una de sus crisis se cortó el lóbulo de la oreja izquierda.
En abril de 1889 se internó voluntariamente en el sanatorio de Saint – Paul – de – Mausole, en Saint-Remy. Lo abandonó a finales de 1890 para regresar al norte de Francia, esta vez al pueblo de Auvers – sur – Oise, cercano a París. A pesar de contar con un pequeño pero creciente círculo de admiradores, Van Gogh había perdido la pasión inicial. «Me siento fracasado» le confesaba a su hermano en una de sus cartas. «Por lo que a mí respecta, se acabó; siento que éste es el destino que debo aceptar y nunca cambiará.»
El 27 de julio de 1890, Van Gogh se disparó un tiro en el pecho. Murió dos días después. Seis meses más tarde falleció Theo, que había almacenado la obra de su hermano en París. La viuda de Theo, Johanna Van Gogh – Bonger (1862 – 1925), regresó a Holanda con la colección y se dedicó a trabajar por el reconocimiento que su cuñado merecía. En 1914, con la fama del pintor asegurada, publicó la correspondencia entre los dos hermanos.
A partir de entonces, la obra de Van Gogh quedó inextricablemente unida a la historia de su extraordinaria y trágica vida.
Entre sus primeras pinturas se aprecia la influencia de Millet y de los realistas de mediados del siglo pasado. Los primeros dibujos de Van Gogh ilustran sus raíces; en los dibujos de paisajes exalta los extensos campos y los cielos profundos. En su obra siempre usó la perspectiva, aún en sus años posteriores cuando había desarrollado un estilo con gran énfasis en el movimiento lineal.
Fuente: Apunte Historia del Arte del Siglo XVIII al Siglo XX de la U de Londres