Claude Monet
En 1869 se instala con Renoir en La Grenouillere y elabora una nueva técnica pictórica. Durante la guerra francoprusiana emigra a Londres.
En 1872 pinta su obra llamada Impresión, sol naciente, que dió nacimiento al término Impresionismo. La obra tiene, como primera impresión, un aspecto inacabado. La palabra, con el paso del tiempo, pasó a englobar a muchos artistas desiguales que tenían como preocupación fundamental captar los valores de la luz (la nueva luz artificial) y de la atmósfera en sus paisajes.
Asume el liderazgo del movimiento impresionista, que expone por primera vez en 1874.
Reside en Vétheuil entre 1878 y 1882 y finalmente en Giverny. La mayoría de las obras realizadas después de 1890, fueron pintadas en series que le permitían captar sutiles variaciones de luz sobre el mismo motivo. La divulgación de teorías científicas como las de Chevreul y Holmz, proporcionan a los impresionistas los medios para abordar el estudio de la luz. Ausencia de color local, mezcla óptica, sombras coloreadas. Surge entonces una nueva manera de ver y pintar.
En el año de 1923 se sella en Monet un destino ineludible. El Maestro de la luz, quien dijo en una ocasión tener más temor «a la oscuridad que a la muerte», queda prácticamente ciego. Llega a su fin el proceso que había comenzado en 1911, cuando aparecen los primeros síntomas de deterioro en su visión.
Fuente: Apunte Historia del Arte del Siglo XVIII al Siglo XX de la U de Londres